Una tarde de toros en Las Ventas, vista por Andrés Calamaro
«Se vivieron muchas sensaciones. A Castella, quedándose con el toro hasta cuajar faena de premio; a Roca Rey, toreando como él sabe y quiere», escribe el artista argentino
![Andrés Calamaro y Fernando Domecq comentan la tarde de toros en el callejón de Las Ventas](https://s2.abcstatics.com/media/cultura/2018/05/31/calamaro-domecq-k45B--1248x698@abc.jpg)
Hoy vi toros en el burladero lindante al de los ganaderos Victoriano del Río y Fernando Domeq . Escuchando a Fernando hablar de toro y lo que el toro tiene , de cómo habrías de tratarlo... Lo Domecq tiene la ganadería en el árbol genealógico...
Me recibió Victoriano con un afecto entrañable, como a un amigo que podría ser un hijo. Nos sentamos al lado, juntos en la barrera, el viernes pasado en Jerez de la Frontera. Y muchas más veces. Fuimos juntos de Marsella a Nimes por carretera y volvimos juntos en avión. Compartimos burladero e intercambiamos saludos protocolarios, pero hoy me recibió con gratitud, amistad y respeto . Algo que ocurre con toda frecuencia en las plazas de toros.
Hoy se vivieron muchas sensaciones. Vimos suficiente: a Castella, quedándose con el toro hasta cuajar faena de premio; a Roca Rey, toreando como él sabe y como él quiere.
A los toros les faltaba un tercio, pero los toreros, que intentaron exprimir muletazos, pudieron conectar por minutos con el público de Madrid . Se discute, se gritan cosas, un pequeño grupo rechaza la corrida entera por sistema. La expectativa. Y un cielo que perdonó la lluvia.
Aroma del mar y el campo
Después del tercero de la tarde, realmente quería darle unas caladas a un porro. Tomé distancia de mis ilustres vecinos de burladero, me fui hasta el tablón mismo, pegado a la arena, fumé mi pitillo , miré el cielo de Madrid, cerré los ojos... Y sentí el aroma del mar y del campo.
Los toros fueron mucho al caballo por decisión de un presidente «formal»… Fueron al galope partiendo varas literalmente , permitieron buenos tercios de banderillas y premiaron a los toreros que supieron entender que el ganado venía a menos…
Saludé a Cesar Rincón con señas porque estábamos lejos, él comentando y servidor en el callejón. Me hizo el gesto del abrazo y el corazón. Le dije con señas que mi primera tarde en Las Ventas había sido viéndole a él… Es verdad con un margen de error aceptable.
[Sobre la tarde del 18 de mayo]
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