El Superior de Justicia de Aragón da por válida la adjudicación de la plaza de Zaragoza, anulada por el Tribunal de Contratos
Desde junio de 2018 se esperaba una declaración firme sobre el concurso que dio el coso a Zúñiga, Fontecha y Mena
El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha sentenciado que el concurso de adjudicación de la gestión de la plaza de toros de Zaragoza para el periodo 2018-2021 se hizo conforme a derecho, y anula la sentencia del Tribunal de Contratos Públicos de Aragón , que en junio de hace dos años echó por tierra el contrato firmado entre la Diputación y la UTE Tauroejea-Circuitos Taurinos.
En marzo de 2018, la Diputación de Zaragoza adjudicó la gestión de la plaza a la UTE tras un turbulento proceso marcado por recursos que lo retrasaron sensiblemente. Tras la adjudicación, que se realizó por sorteo debido a que la oferta de Tauroejea era idéntica a otra de las plicas presentadas, la reclamación de esta última contra la Diputación por el concurso llegó al Tribunal de Contratos que anuló la adjudicación.
Solo la medida cautelar del TSJA de permitir a la UTE programar la Feria del Pilar de 2018 posibilitó su celebración, pues el Tribunal de Contratos Públicos argumentó en su sentencia que al no haberse celebrado el festejo previsto para el 23 de abril , Día de la Comunidad, obligatorio según el pliego de condiciones, había que anular la adjudicación.
Considera el TSJA que de la imposibilidad de celebrar aquel festejo no se deriva la nulidad de la adjudicación y no hay causa de nulidad .
De esta forma, se pone punto final a un tormentoso proceso en el que se esperaba la sentencia del TSJA y durante el que la empresa formada por Carlos Zúñiga, Jesús Mena y Julio Fontecha esperaba una resolución final sobre una situación de interinidad.
En la actualidad, con la empresa totalmente confirmada, la epidemia del coronavirus obligó a suspender la Feria de San Jorge y todavía no se ha tomado una decisión sobre la Feria del Pilar en octubre. De cualquier forma, las circunstancias sanitaria, han modificado sensiblemente las condiciones de trabajo de la empresa, que, en principio, tiene contrato hasta la temporada de 2021, sin posibilidad de prórroga, según el contrato firmado con la Diputación de Zaragoza. La coyuntura actual obliga tanto a la empresa como a la propietaria del coso a plantear un estudio sobre las modificaciones obligadas en la programación taurina.