Ramsés, por la ruta de la victoria en Manizales
El torero colombiano corta tres orejas a un buen lote de Caicedo; Perera logra un trofeo

El diestro bogotano Ramsés Ruiz abrió la puerta grande de la plaza de Monumental de esta ciudad, tras cortar tres orejas en la cuarta corrida de abono de la Feria de Manizales . Un muy bien presentado encierro de Juan Bernardo Caicedo , con dos toros encastados, complementaron una tarde que resultó emotiva.
La cuarta corrida de abono de la Feria de Manizales tomó dos caminos claros para trascender. Uno, el de Ramsés, el torero colombiano que trazó desde un principio la ruta por la quería marcharse, la que llevaba a la puerta grande . Y los toros de Juan Bernardo Caicedo, con dos ejemplares encastados que justificaron de lejos la presencia de ese hierro en el albero de Manizales.
Ramsés fue la liebre que saltó en dos faenas diferentes pero igual de efectivas. La más importante, la que ejecutó al cuarto de la tarde, en donde pareció llegar más placeado de lo que en realidad es.
Con un excelente manejo de los tiempos, las distancias, y los terrenos, el diestro nacido en Bogotá e hijo de torero (Alberto Ruiz, fundamental en la carrera de César Rincón) supo llevar hasta el final, y con honores, a un toro al que le faltaba fuerza pero le sobraba bravura. Al final, la pulcritud de las suertes hizo olvidar los defectos y dejar expuesta una labor que los espectadores no dudaron en calificar con nota alta para garantizar las dos orejas como trofeo, más aún tras el buen remate con la espada. Al toro se le dio la vuelta al ruedo.
Con el también bravo que abrió la corrida, Ramsés anduvo, primero, muy templado y, enseguida, ganoso. El acero hizo pronto efecto para un apéndice que abrió la senda de la victoria.

Miguel Ángel Perera cortó una oreja al segundo de la corrida, toro de preciosa lámina y buen comportamiento de salida, pero poco colaborador en el resto de la brega. La gente premió con cariño el esfuerzo del extremeño, al que el palco concedió una oreja. El quinto anduvo apagado, tanto como el diestro español.
Tampoco fue la tarde del rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza , que encontró solo medias arrancadas en el primero de sus dos toros, al que además despachó de mala manera.
El sexto, devuelto por inválido, y el sexto bis, también con problemas en sus extremidades, pasaron sin pena ni gloria por el ruedo gris de esta plaza.
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