San Fermín 2019
Pablo Aguado aprueba el examen de Pamplona
El Juli corta la única oreja en una manejable corrida de Victoriano del Río
Vídeo San Fermín: sexto encierro, al completo
Se confirma la noticia: Roca Rey no podrá torear este viernes . Es lo lógico, lo esperado, al haberse resentido de su lesión en el hombro. Para un torero, peor que una cornada es una lesión de hueso (lo vivió Antoñete ). La Casa de Misericordia debe acertar con la sustitución.
Continúa la Feria con las primeras figuras (salvo Morante y Manzanares). Por la mañana, las reses de Victoriano del Río corren el encierro más largo y espectacular, hasta la fecha, con casi tres minutos y un herido. Pepín Liria dirige una lección taurina, para los chicos. Por la tarde, los toros, de desigual presentación, dan, en general, buen juego; sobre todo, primero, cuarto y quinto. El Juli corta un trofeo, Ferrera da la vuelta al ruedo y Aguado demuestra sus grandes cualidades.
Además de mejorar enormemente, Ferrera ha alcanzado un estilo muy personal: a la vez, clásico y barroco. Recibe con templadas verónicas al primero, un «Curioso» que no es impertinente (como el de Cervantes) sino noble, que derriba. No saca al toro de su querencia a tablas, como parece lógico, pero acompaña con gusto las embestidas; sobre todo, al natural. A toro arrancado, mata perpendicular. Ha estado bien pero no lo ha cuajado del todo. Lancea con suavidad al cuarto, flexionando la rodilla; lo saca del caballo con el capote a la espalda, una suerte clásica. Se luce Fernando Sánchez, andando, antes de clavar. Comienza Ferrera con preciosos muletazos por bajo; lo va sometiendo, liga naturales, sale de las suertes con torería: un buen toro y una faena con sabor pero falla, con la espada: vuelta.
El Juli siempre ha sido fiel a Pamplona y ha triunfado aquí. El segundo, abierto de pitones, se encela en el caballo pero flaquea, pierde las manos y protesta. Julián lidia con oficio pero sin brillo y mata a la tercera. Pica muy bien Barroso al quinto, que sale suelto. Aprovecha El Juli su movilidad para ligar muletazos mandones, que cierra con tres circulares invertidos (esa moda actual, tan poco clásica). Estocada con salto: oreja.
Afronta el duro examen de San Fermín (estos toros y este público) Pablo Aguado , la gran novedad de la temporada: debe mostrar aquí su dimensión. El tercero, con cien kilos menos que alguno de sus hermanos, sale de naja del caballo; espera, en banderillas. Aunque el toro es reservón, muestra la naturalidad de su estilo clásico, corriendo la mano con suavidad, y mata con decisión. Ha resuelto las dificultades mejor de lo que cabía esperar, para lo poco que ha toreado. Recibe con suaves delantales al último, que no para. De nuevo dibuja muletazos con facilidad y empaque y mata de media en lo alto. Da gusto verlo torear, con tan buenas maneras. Sin desmesurar los elogios, ha aprobado el examen de Pamplona sin el menor problema. Comprobaremos cómo evoluciona pero es lógico que los aficionados deseen verlo.
Postdata. Lo tradicional es agradecer un brindis con un regalo, en privado. El ministro Ábalos ha iniciado un nuevo sistema: una carta pública, dirigida a Román. Evidentemente, además de agradecer, intenta justificarse por unas declaraciones desafortunadas. Habla ahora de «algunos malintencionados que habían cuestionado injustamente mi respeto hacia la lidia». Existen las hemerotecas y los archivos sonoros. El 17 de diciembre, mientras se negociaban los pactos en Andalucía, Ábalos cargó contra «una España casposa, en la que todos tienen que ser toreros o cazadores». (Así lo difundió la agencia Efe y lo recogieron todos los periódicos, incluido ABC). Ningún aficionado a los toros ni ningún cazador han pretendido nunca que todos los españoles lo sean. No fueron «algunos malintencionados» los que pusieron en relación, en la misma frase, la afición a los toros y la caza con lo casposo. Uno puede disculparse si cometió un error, o rectificar, pero no puede cambiar los hechos. Ni siquiera un político.