Nace el Centro de Tauromaquias de Aragón, un nuevo modelo educativo para toreros y recortadores
El proyecto, abanderado por El Tato, el doctor Val Carreres y Roberto Bermejo, busca la unión del sector
«Defender, potenciar y prestigiar las Tauromaquias de y en Aragón», así definen sus responsables un proyecto que nace de la «necesidad de armonizar a todos los que intervienen en la fiesta de los toros, tanto en los festejos mayores como en los populares». El Centro de Tauromaquias de Aragón (CETA) se presenta como una entidad multidisciplinar que va más allá de una escuela taurina al uso. Un nuevo modelo educativo para la formación de toreros y recortadores, con el horizonte siempre puesto en el desarrollo cultural y social de la persona.
El Centro surge de la unión de la asociación cultural Mar de Nubes y de la Escuela Municipal de Recortadores de Alagón. El novillero Miguel Cuartero y el director de la Escuela, Mariano Ruiz, se han embarcado en una aventura que tiene como misión compartir las Tauromaquias con las personas, normalizar la Fiesta en la sociedad aragonesa, convertirse, en definitiva en «una herramienta de transmisión de valores, arte, historia y vida sana».
Para ello cuentan como embajadores del proyecto a tres personalidades que se han convertido en referentes dentro y fuera del mundo taurino para la sociedad aragonesa. El doctor Carlos Val Carreres , el matador de toros Raúl Gracia «El Tato» y el matador y subalterno Roberto Bermejo . han hecho suyo el proyecto, que busca la unión tan necesaria del sector y una formación entre los futuros toreros que no abandona su crecimiento como personas.
El Centro cuenta ya con aficionados que quieren conocer por dentro la tauromaquia, y con chavales que sueñan con la gloria en una plaza de toros. Su acción se basa en el denominado «Club Torericos» , para niños entre 4 y 14 años que deseen estar en contacto con el toreo; «Grupo Torea/Recorta», entrenamiento para aficionados; y «Escuela de Tauromaquias», una formación profesional a todos chavales que sueñan con un futuro en espectáculos taurinos, además de la organización de campus de verano para niños y el fomento de la cultura taurina.
El CETA nace como una entidad que se autofinanciará con las cuotas de los socios e inscritos, si bien consideran que su sede social debería estar en el centro neurálgico del toreo en Aragón, que es la plaza de la Misericordia, el marco ideal para clases y entrenamientos.
Y como el movimiento se demuestra andando, con la experiencia acumulada, ya han diseñado las acciones inmediatas, siempre que el maldito coronavirus lo permita. Un ciclo de conferencias bajo el lema de «¿Por qué quieres ser torero?» , intercambio con diferentes colectivos deportivos, toreo en los parques y un bolsín para aficionados y aspirantes, llenan su agenda.