Toro al corral a Morante y triunfo de Manzanares y Aguado en Linares

El torero de La Puebla del Río oye tres avisos en el primero y corta una oreja al cuarto

José María Manzanares, en Linares Prensa Manzanares

Efe

El diestro José María Manzanares protagonizó este jueves una soberbia actuación en el segundo y último festejo de la Feria de San Agustín de Linares, al cortar tres orejas y salir a hombros junto a un gran Pablo Aguado , en una tarde en la que Morante dio la nota en su primero y cortó una oreja del cuarto.

Con una entrada que hacía tiempo no se recordaba, rozando el lleno total, se celebró una corrida de toros en la que se lidiaron toros de la ganadería de Núñez del Cuvillo , que, aunque no anduvo sobrada de nada, colaboró en gran medida para el triunfo de los toreros actuantes.

No fue el caso de Morante de la Puebla , que recibió los tres avisos en su primero, un toro al que no quiso ni ver. Dejó pasar el tiempo ante el enfado del respetable hasta dejárselo vivo. Una "espantá" en toda regla.

Se sacó la espina, en parte, con el cuarto, destacando en un gran quite por chicuelinas y en una faena de muleta de detalles aislados de su particular tauromaquia. Cortó una oreja que no quiso luego pasear. Será que no entendió la bronca que se llevó con anterioridad.

Manzanares cuajó una faena sublime al segundo, un gran toro de Cuvillo al que le realizó una antología llena de gusto, temple y su elegancia innata. Fue una labor rotunda de principio a fin, en la que los tendidos vibraron como nunca. Y es que cuando el alicantino quiere, es capaz de bordar el toreo como muy pocos saben hacerlo.

Su segundo fue un toro rajado y que se metía mucho por dentro, con el que Manzanares hizo un esfuerzo en una labor de mucho mérito y con momentos sueltos de bello toreo. La gente supo reconocerle nuevamente su disposición y le premió con otro apéndice.

Pablo Aguado exhibió su toreo repleto de suavidad y belleza tanto con el capote como con la muleta, gustando mucho al respetable. De lo mejor de su actuación fueron sus detalles de torería, sobre todo en los remates de las series.

Vibrante fue el recibo al sexto, otro toro falto de clase al que le costó humillar. Estuvo firme Aguado con él en una labor en la que sobresalieron de nuevo los detalles de enorme torería y la suavidad de su muleta.

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