La última aportación de Lucía Etxebarría: «Un toro negro no es más bravo que un toro marrón»
«Mañana no habrá corridas. De toros», dice en un tuit la escritora
«De los creadores de " los homosexuales no pueden adoptar porque sus hijos crecen enfermos" o "no se puede prohibir fumar en los bares porque arruinaremos la hostelería" llega "el toro de lidia es una raza y es bravo por naturaleza"». Es una de las penúltimas perlas de Lucía Etxebarría en su Twitter. «No se cansa de hacer el ridículo la escritora», circula en las redes.
El hilo del tuit no queda ahí. Sigue de esta guisa: «Hoy los homosexuales se pueden casar y pueden adoptar, y ya no se fuma en los bares. Pese a sesudos estudios que decían que sus hijos crecerían enfermos o que la hostelería de arruinaría. Mañana no habrá corridas. De toros ».
El torero Miguel Abellán fue uno de los que respondió a la autora de «Por qué amar nos duele tanto»: «¿La ignorancia cotiza en la seguridad social o da derecho al cobro del paro? Deberías preguntarlo pues igual estás dejando de ganar algún que otro euro. Pero de medalla de oro a la burrada del año seguro que lo eres». «De verdad, tápate» , escribió Javier Torear.
Pero Lucía Etxebarría sigue y sigue como las pilas de un famoso conejito. Su última aportación a la genética, a la ciencia y a la zootecnia, que Adolfo Rodríguez Montesinos podría incluir en su libro «Pelajes y encornaduras del toro de lidia», dice así: «Pues de la misma manera, un toro negro no es más bravo que un toro marrón dado que
a- SE TRATA DE LA MISMA ESPECIE
B- SI UN RASGO CONDUCTUAL SE TRANSMITIERA GENÉTICAMENTE DE UNOS INDIVIDUOS A OTROS SOLO EN FUNCIÓN DEL COLOR DE PIEL, HABLARÍAMOS DE ESPECIES DIFERENTES».
Así, en mayúsculas, para que se vea bien su sapiencia en la materia. Atónitos están los tuiteros, tan aficionados como no. «Pero deja ya el tema de la genética de los toros. Por favor #stop», le responde Víctor Torre. Objetivo Madrid añade: «Hay toros marrones con los huevos negros, pero no hay toros negros con huevos marrones. ¿Alguna explicación?»
«Cada vez que twiteas algo de toros un genetista se queda calvo», escribe otro. «Te ha dado fuerte con los toros, ¿eh?»
Sus embestidas contra el mundo de la tauromaquia siguen. Tienen razón los tuiteros: «No se cansa de hacer el ridículo»