Ignacio Ybarra: «La tauromaquia no tiene ideología, es de todo el pueblo español»

Discurso del presidente de Vocento en la entrega de los XII y XIII premios Taurinos ABC

El XIII premio Taurino ABC, en imágenes

Ignacio Ybarra, presidente de Vocento, en la entrega de los XII y XIII premios Taurinos ABC Isabel Permuy

Ignacio Ybarra

Buenas tardes a todos: Presidenta de la Comunidad de Madrid, aficionados, maestros, amigos.. gracias por compartir con nosotros este acto de entrega de los Premios Taurinos de ABC .

Dentro de su respeto liberal a la pluralidad de ideas, este periódico ha defendido siempre, con independencia y rigor, su fidelidad a una serie de valores básicos: el amor a España, la libertad y la defensa de la cultura española. Esto incluye también a la Tauromaquia, seña de identidad de nuestra cultura y símbolo de España.

La Tauromaquia no tiene ideología: es de todo el pueblo español, de todos los que libremente eligen ser aficionados. Lo proclamó el mismo Rafael Alberti, en sus versos: «El negro toro de España, / porque toda España es él».

Tampoco es una cuestión de gustos personales, todos respetables. A nadie se le puede imponer que aprecie la poesía de San Juan de la Cruz, la pintura de Zurbarán, el cine de Berlanga o el flamenco. Lo mismo sucede con la Tauromaquia, a la que, ya a fines del siglo XIX, dedicaba un libro el conde de las Navas con el título «El espectáculo más nacional».

Acudir o no, a un espectáculo taurino que, según ha reconocido la ley, forma parte de nuestro patrimonio cultural inmaterial es una cuestión de libertad. Sólo la ignorancia y el sectarismo pueden ignorar su contribución a la ecología, a la economía y a la cultura española .

A diferencia de algunos medios, que han renunciado a dar noticias, ABC ha intentado siempre prestar a la Tauromaquia la atención y el respeto que sin duda merece, con la adecuada y puntual información; con la aportación de grandes críticos ; y con las colaboraciones literarias de ilustres firmas que, en nuestras páginas, se han ocupado de nuestra Fiesta con la altura y la brillantez que merece.

Hoy tenemos la fortuna, aunque por la triste circunstancia de haber tenido que vivir una pandemia, de entregar de forma conjunta los premios, correspondientes a la duodécima y decimotercera edición.

Como saben el Premio no se otorga necesariamente al diestro triunfador de la temporada ni al que más trofeos ha conseguido, sino que también puede distinguir un acontecimiento taurino especialmente relevante.

Este es el motivo por el que, para la duodécima edición, el Jurado, compuesto por profesionales y grandes aficionados, a los que agradezco su desinteresada colaboración, acordó reconocer la extraordinaria labor de los cirujanos taurinos, que, como reza el acta, «con su sabiduría científica y ejemplar entrega, salvan la vida de tantos toreros». Estoy seguro de que ningún buen aficionado cuestionará la justicia y la oportunidad de este galardón.

Nuestra Fiesta implica un tremendo riesgo y eso forma parte de su gran verdad: «la suerte o la muerte», según el título del libro de poemas de Gerardo Diego. Ningún aficionado puede desear la tragedia, pero todos saben bien que su posibilidad forma parte esencial de una corrida. El toreo es belleza y es emoción, unida a un tremendo riesgo. Los toreros son héroes a los que admiramos precisamente porque son capaces de realizar lo que ninguno de nosotros se atrevería a hacer: dominar con inteligencia y valor a un peligroso animal, creando a la vez belleza, para nuestro deleite. Es bien conocida la respuesta del diestro Curro Cúchares al actor Julián Romea: «Aquí, en el ruedo, se muere de verdad, no de mentirijillas, como en el teatro».

De ahí nace la importancia decisiva de la labor que realizan los cirujanos taurinos, verdaderos salvadores de los toreros; según el tópico admitido por todos, sus auténticos «ángeles de la guarda».

El Premio de ABC quiere reconocer la labor de todos los cirujanos taurinos, los de las Plazas grandes y las pequeñas, los justamente famosos y los menos populares, También queremos destacar la gran labor de la Sociedad Española de Cirugía Taurina , que organiza periódicamente reuniones científicas y cursos de perfeccionamiento y que ha logrado que su especialidad entrara por primera vez en un curso, en la Universidad de Valencia.

Pero, como el galardón debe concretarse en alguna persona, el premio lo recogerán, con todos los merecimientos, el cirujano-jefe de la madrileña Plaza de las Ventas, don Máximo García Padrós, y el del coso zaragozano de la Misericordia, don Carlos Val-Carreres. Igual que algunos diestros, los dos son médicos «de dinastía». Felicitaciones a ambos.

Entrando ya en esta decimotercera edición del Premio Taurino de ABC el jurado ha decidido concederlo por segunda vez al diestro José Antonio Morante de la Puebla.

En el acta de concesión, el Jurado lo justificaba por «su responsabilidad de primera figura del toreo y su compromiso con la Fiesta», que se han traducido en una serie de puntos indiscutibles: «la especial atención a los tres tercios y a la dirección de lidia; lidiar reses de distintos encastes, en plazas de diferentes categorías; y sus memorables faenas artísticas».

La pasada temporada, Morante fue el líder por el número de corridas toreadas, 49, desde el comienzo, en Vista Alegre, hasta el final, en Arenas de San Pedro. No es habitual que el líder sea un diestro de la línea más artística; tampoco, que éste acepte lidiar reses de diferentes encastes, con la incertidumbre añadida que eso supone.

Como siempre han hecho las primeras figuras, Morante ha querido competir con los diestros emergentes y torear en plazas grandes y pequeñas, sin rehuir el compromiso de las principales Ferias. En un momento especialmente difícil, por la pandemia, Morante no se alivió sino que eligió la actitud de «tirar del carro de la Fiesta». Además, cuajó faenas memorables en los dos cosos más exigentes, Sevilla, en San Miguel, y Madrid, en la Feria de Otoño. Por eso, ha suscitado una ilusión renovada en los públicos de toda España.

Ya en 2016, el Jurado lo elogió «por la pureza de su estilo, de raíces clásicas, que ha supuesto la más feliz expresión del toreo como arte». Los aficionados, que conocían de sobra sus cualidades estéticas, aprecian ahora su responsabilidad, y su actitud de compromiso con la Fiesta, siguiendo el ejemplo de su admiradísimo Joselito el Gallo. La defensa de la Tauromaquia como arte resulta mucho más fácil cuando la practican artistas de su categoría.

Enhorabuena a los cirujanos taurinos y a José Antonio Morante de la Puebla y muchas gracias a nuestros patrocinadores: Comunidad de Madrid, Nautalia y Plaza 1; y a nuestros colaboradores: Dehesa de los Canónigos y Fisán, por su apoyo expreso a estos Premios y a la Fiesta. Permítanme que me despida ya reiterando el firme compromiso de ABC de seguir defendiendo la Tauromaquia; es decir, la cultura española.

Muchas gracias

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