Hermoso de Mendoza, última puerta grande de una Feria del Pilar amable y generosa
Pérez Langa corta una oreja en el broche del ciclo maño
Hermoso de Mendoza abrió la puerta grande de la Misericordia por última vez en este ciclo, un Pilar con el palco muchas veces protagonista. Una presidencia desnortada, que ha dado la sensación de un aquí vale todo, y que no ha estado a la altura de la historia y la categoría de la plaza de Zaragoza.
Esto no quita para señalar que el caballero navarro toreó con maestría y temple al cuarto bis. El usía devolvió al titular de Bohórquez cuando ya se le iban a colocar las banderillas cortas, y con el sobrero, de la misma ganadería, Hermoso pudo rematar en triunfo la temporada. Su actuación, también con el primero, sin trofeos por el fallo con los aceros, marcó la diferencia con sus compañeros, que intentaron el éxito a base de entrega. A ese sobrero lo cuajó de principio a fin. Silencio y dos orejas fue su balance.
Lea Vicens no se acopló con el segundo. Muy mal clavando y desacertada también a la hora de la verdad. Mejoró ante el quinto, pero con el rejón de muerte estuvo lamentable. Ovación en ambos. El aragonés Mario Pérez Langa puso todo de su parte en una tarde plena de entusiasmo y valor. Los aceros le frenaron un triunfo grande. Ovación y una oreja.
La corrida de Fermín Bohórquez estuvo tan mal presentada como bueno fue su juego. Los tres primeros, tres raspas impropias de esta plaza.
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