Se frenó el disparate
La noticia, adelantada por ABC, de las obras en Las Ventas y la suspensión de la temporada taurina ha causado tal rechazo, entre los aficionados, que el proyecto ha quedado en suspenso
La noticia, adelantada por ABC , de las obras en Las Ventas y la suspensión de la temporada taurina ha causado tal rechazo, entre los aficionados, que el proyecto ha quedado en suspenso.
Precisemos algunos puntos.
1/ La noticia era ciertísima. La Comunidad ha reculado. Y ha hecho bien: para evitar un disparate, rectificar es de sabios.
2/ Nadie discute la necesidad de hacer obras de reforma en Las Ventas. Lo discutible es qué y cuándo se hace.
3/ Las obras no deben interrumpir la temporada taurina. Han de hacerse de octubre a marzo. Y pueden realizarse en dos etapas .
4/ Los aficionados reclaman que la Comunidad invierta, en el edificio, una parte importante de lo que recibe, cada año, por la explotación de la Plaza.
5/ Como Las Ventas fue declarada Bien de Interés Cultural , cualquier reforma requiere un proyecto, aprobado por Patrimonio.
6/ El primer objetivo debe ser la seguridad, en cualquier acto que allí tenga lugar, taurino o no. Hay que reparar los desgastes causados por el paso del tiempo. Para mejorar la utilización y la comodidad de los espectadores, deben plantearse también otras cosas: plan de accesibilidad; remedios contra el viento, siempre anunciados y que nunca se han hecho; asientos en los tendidos; también, ¿por qué no?, una cubierta móvil (el fallo técnico que hubo no debe cerrar este camino indefinidamente)…
7/ Cerrar la Plaza sin tener todo listo para el comienzo inmediato de las obras habría sido un auténtico dislate. Ahora mismo, se perderían las novilladas veraniegas, tan necesarias; un par de corridas tradicionales; la ambiciosa Feria de Otoño, anunciada por Simón Casas…
8/ Las prisas han venido por las dificultades que el equipo de Carmena pone a la celebración de espectáculos no taurinos (¿les sorprende?), que están perjudicando las perspectivas económicas de los nuevos empresarios. Las Ventas es, ante todo, una Plaza de Toros; sin retórica, la primera Plaza del Mundo. Para su utilización, hay que pensar, sobre todo, en los espectáculos taurinos.
La oleada de críticas que la noticia levantó ha conseguido que se frene el disparate. Hay que reformar muchas cosas en la Plaza de las Ventas pero hay que hacerlo bien, con todos los estudios y planes necesarios, y en el momento adecuado: fuera de la temporada taurina. El sentido común se ha impuesto.
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