El esqueleto del toreo, de suerte en suerte
José Luis Ramón analiza la evolución de la Tauromaquia en «El toreo fundamental»
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Existen tantas leyes como toros salen por chiqueros. No hay un solo toreo, sino muchos tipos, pero todos se sustentan en la arquitectura de la técnica. «Los revolucionarios la innovaron; los artistas marcaron el rumbo estético». Lo cuenta a la perfección José Luis Ramón en «El toreo fundamental», un análisis en profundidad de la evolución de las principales suertes, «las palabras del torero», e ilustrado con más de un centenar de fotografías. «Es muy interesante –escribe– mirar la lidia como un diálogo , conocer cuál de los dos actores ha salido victorioso, si la fuerza bruta del toro o la inteligencia del hombre».

Periodista y antes torero, el director de «6Toros6» se adentra en una didáctica y deliciosa lectura en trece suertes, con el natural y la verónica como padre y madre de la tauromaquia. Atribuida su invención a Costillares , esta última comenzó con las manos altas y se fue asentando hasta arrastrar los vuelos del capote. Belmonte las ligó; con Curro Puya y Cagancho nació la verónica gitana, interpretada de manera «memorable» por Rafael de Paula; Victoriano de la Serna y Fernando Domínguez adormecieron las embestidas; Ordóñez ahondó en ellas… Hasta que llegó Morante de la Puebla y deslumbró con el capote, un placer para los sentidos por cadencia, ritmo, técnica y estética.

Toca la suprema, donde « matar o morir es la cuestión , donde se cortan o no orejas». Figura un trébol de formas clásicas: al volapié, al encuentro y recibiendo. En esta modalidad, «Manzanares lo hace como soñaron los grandes estoqueadores de todos los tiempos». La suerte está echada: es la hora final.