Escribano reaparece en Fallas tras su brutal cornada: «Llega la hora de la verdad»
El torero sevillano vuelve este domingo a los ruedos en la plaza de toros de Valencia tras nueve meses en el dique seco
El diestro Manuel Escribano está a punto de volver a vestirse de luces (será este domingo); atrás ha quedado el doloroso proceso de recuperación de la gravísima cornada sufrida el pasado 25 de junio en la plaza de Alicante , por lo que considera que de nuevo le «ha llegado la hora de la verdad».
Escribano resultó alcanzado por un ejemplar de Adolfo Martín que le produjo severos destrozos vasculares y le ha tenido casi nueve meses en el dique seco.
«Miras hacia atrás y parece que todo ha transcurrido en un suspiro , como si no hubiera pasado nada, pero ya estoy de nuevo vestido de torero», ha explicado a Efe el matador sevillano, a escasas horas de volver a hacer el paseíllo.
«Las sensaciones son de felicidad y satisfacción por haber conseguido algo que sabía que iba a costar tanto trabajo», ha argumentado reconociendo que «la prueba de verdad es ahora».
Las prisas...
Escribano quiso acelerar la reaparición en las primeras semanas que siguieron al percance; con la temporada prácticamente vencida se vio en la necesidad de parar y partir de cero: «Tenía prisas por reaparecer y no perder fechas pero si lo veo ahora me doy cuenta de que era ficticio y absurdo».
«Sentía, creía... necesitábamos -desde los médicos hasta la cuadrilla y yo mismo- tener ese punto de inflexión; tener alguna excusa para no abandonar y aguantar todo lo que he aguantado », ha aludido al tormento físico que ha acompañado la recuperación de las gravísimas heridas.
«Es que no encontraba paz en ningún momento ; para aguantar eso, las durísimas horas de fisio, la reabsorción de sangre y de líquidos teníamos que tener un porqué y alguna meta; gracias a ese esfuerzo estoy a día de hoy como estoy», ha señalado tras superar el proceso de ser operado por segunda vez.
«La recuperación empezó desde el minuto uno para reaparecer lo antes posible y al final, cogerlo tan a tiempo , machacar tanto a pesar de estar entonces tan débil ha sido vital para llegar a hoy», ha rememorado recordando que ha pulverizado el plazo inicial de dos años que le habían aventurado los médicos.
Un antes y un después
A pesar de las complicaciones de la cornada -una de las más graves de su carrera junto al percance de Sotillo de la Adrada en 2013-, no guarda mal recuerdo del toro que le hirió: «Si no hubiera pasado lo que pasó habría marcado un antes y un después », señala Escribano explicando que se trató de una de las tardes «más completas» de su trayectoria. «Logré hacerles a los toros las cosas que busco y sobre todo ese punto de más que hay que emplear con ese tipo de corridas », ha asegurado.
En este punto se hace obligada la referencia al toro Cobradiezmos , marcado con el hierro de Victorino Martín, que el diestro de Gerena logró indultar en la Feria de Abril de 2016: «Ser capaz de indultar un toro así y que no acabe con tu carrera, estar a su altura, es muy difícil», ha señalado al calificar al animal como «bravísimo y excepcional». «Había que hacerle las cosas muy bien, apostar muchísimo, confiar en uno mismo y ser capaz de llevar esa embestida y ese torrencial de bravura por donde había que llevarlo», ha recordado.
El torero también ha valorado su reencuentro con el toro en el campo: «En ningún momento me sentí demasiado apurado o asustado; me vi casi como si no hubiera pasado nada pero cuando salga el de las puntas, con la presión de la plaza y me tenga que quedar en el sitio que me tengo que quedar es donde de verdad se verá todo».
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