Feria de Otoño: el bombo no trajo suerte
Fallida la apuesta de Alejandro Talavante, con deslucidos toros de Adolfo Martín
Crónica
Sorprendidos de que no le hayan dado el premio Nobel de la Paz a Puigdemont, ese «héroe», volvemos a Las Ventas. Comienza el segundo fin de semana de la Feria de Otoño con un festejo muy esperado: el encuentro de Talavante, junto a dos jóvenes promesas, con las reses de Adolfo Martín . Dan éstas juego escaso, con poca casta y emoción. Los tres diestros se muestran como auténticos pinchaúvas. Sólo Álvaro Lorenzo logra algún lucimiento pero lo estropea con su pésimo uso del descabello.
El que sale más perjudicado es Talavante , la única figura que se ha apuntado a este sistema del bombo y el único diestro que se anuncia dos tardes. En la primera, no estuvo mal… pero tampoco tan bien como se esperaba. Recibe al primero a portagayola. Trujillo cae en la cara del toro y recibe una paliza. El toro saca dificultades, Talavante no las resuelve y mata mal. El cuarto, pegajosito, blandea en varas. Banderillea bien Trujillo, a pesar de su evidente cojera. En el tercer muletazo, el toro va al suelo. La faena queda en conato y demasiado pronto desiste. Como antes se decía, da un mitin con la espada y vuelven a pitarle. Comenta mi vecino: «No se apunta ya a más sorteos».
El toledano Álvaro Lorenzo alcanzó su cima al abrir la Puerta Grande de Las Ventas, el Domingo de Resurrección. Después, ha mostrado su calidad pero no ha mantenido ese nivel y ha fallado bastante, con la espada. Como un Vinicius cualquiera, todavía está «haciéndose». Después de buenas verónicas, Sergio Aguilar se luce en dos pares magníficos. Aguantando y consintiéndolo, le va sacando naturales muy estimables, en una faena técnica y de mérito. Entra a matar con decisión pero la espada queda vertical y se encasquilla con el descabello. (Muchos jóvenes no dominan esta suerte: ¿será porque no les dejan practicar, como antes, en los mataderos?). La gente, aburrida, pita de salida al quinto, que flaquea, y lo devuelven. El sobrero, de Mayalde , se llama «Atrevido» (como aquél al que Antoñete decía haber amado, más que toreado), es muy serio pero flaquea. Álvaro consigue buenos naturales, deslucidos por las caídas del toro, pero vuelve a fallar con los aceros: es algo que debe remediar porque ha perdido no pocos triunfos por eso.
Luis David –así se anuncia ahora–, el segundo de los Adame, se está abriendo paso, a base de entrega y variedad. La necesidad de triunfar puede alejarle del clasicismo. Recibe con buenas verónicas al tercero. En varas, el toro se para, es reservón y flaquea. Aguanta con valor los parones pero la gente se impacienta. Hace guardia, antes de la estocada. El sexto empuja bien en el caballo, el mejor de la tarde; en la muleta, se cierne, le da un susto, se apaga pronto. Luis David muestra su facilidad y buen oficio, logra muletazos aceptables pero no lo suficiente para levantar una tarde que se ha despeñado ya en la grisura. Vuelve a pinchar y pinchar...
San Isidro, también por sorteo
El bombo, esta vez, no trajo suerte. Ha anunciado Simón Casas que quiere usarlo también en San Isidro; pero un sorteo corregido, con tres grupos de ganaderías, según su presunta dificultad… Comprendo la dificultad de hacerlo de verdad pero ese término medio, me temo, no va a contentar a muchos aficionados.
Postdata. Para su nuevo álbum, Andrés Calamaro ha elegido el título «Cargar la suerte», porque «evoca lo auténtico» (algo que no deben olvidar muchos toreros). Es un ejemplo más de la pasión taurina de Calamaro y de la unión de la Tauromaquia con todas las artes, con todos los estilos.
Sexto toro
Tomatillo, número 1, negro entrepelado, de 546 kilos, aplaudido de salida, con dos imponentes leños. Fenomenal el saludo genuflexo de Luis David, lidiando el toro. Pero en la serpentina pierde el capote y se desluce aquello. Se revuelve ráìdo el toro, hay que llevarlo muy tapado. Profesional y solvente el joven Adame, aunque a estas alturas los tendidos están sumidos en la decepción de la corrida de Adolfo.
Quinto toro
Horquillón, número 52, cárdeno oscuro, de 543 kilos. Feote, frentudo y sin grancia este escurrido quinto, protestado de salida. Blandea y es devuelto. Va a salir un sobrero de Conde de Mayalde, de hechuras bueyunas y con pinta de corraleado. Casi 600 kilos pesa el morlaco, que se frena en el capote. Empuja en el caballo, pese a salir manseando. Tiene movilidad este Atrevido -nada que ver con el famosos toro blanco de Osborne de Chenel-, pero pierde las manos y embiste descompuesto, lo que desluce la faena. En cuanto le baja la mano, se cae. Pide una labor de médico. Brota una bonita trincherilla en el remate. Pinchazo hondo, otro hondo. Aviso. Otra vez su cruz es el descabello. Dobla el toro cuando suena el segundo aviso.
Cuarto toro
Peluquero, número 48, negro entrepelado, de 563 kilos. Apuntan al cielo los pitones del último cartucho de Talavante en la Feria de Otoño. Echa la cara arriba. Trujillo, que cojea visiblemente, se marca un buen tercio. Se desploma el toro al cuarto muletazo. Mala pinta tiene este capítulo. El toro es complicao, de corto recorrido y sin clase. Talavante no termina de confiarse, aunque sopla un natural estupendo. Abrevia. Para colmo, pincha. Decepción de la gente, que ansiaba una obra talavantina. Bronca.
Tercer toro
Malagueño I, número 41, cárdeno, de 545 kilos. Luis David Adame gana terreno en los lances de saludo. El mexicano brinda al público y busca la despaciosidad a derechas con un adolfo que embiste dormido, tanto que genera somnolencia. Es un marmolillo, paradísimo y sin casta. Valeroso, aguanta las paradas en el pase de peco final. Bajonazo enhebrado. Silencio.
Segundo toro
Baratero, número 47, cárdeno oscuro, de 572 kilos, largo y ensillado, que barbea las tablas de salida. Álvaro Lorenzo lo recibe con buenas verónicas. Sensacional el último par de banderillas de Sergio Aguilar. El joven toledano le coge el aire en algunos naturales de mucho temple, aprovechando las buenas embestidas. Estocada tendida y desprendida, algo perpendicular. Sigue el adolfo con la boca cerrada. Falla reiteradamente con el descabello. Aplausos al toro. Silencio al torero.
Primer toro
Chaparrito, número 80, negro entrepelado, de 530 kilos. Silencio sepulcral cuando Talavante se dirige, a paso de procesión, a la puerta de chiqueros para saludar a portagayola al primer toro de Adolfo. Pierde pie Juan José Trujillo y ya en la arena le caza y le propina una dura voltereta. Desarrolla complicaciones, muy orientado, y la faena no toma vuelo. Pinchazo, media. Silencio.
Paseíllo
Con llenazo, hacen el paseíllo Talavante, Lorenzo y Adame.
Sorteo
Los toros de Adolfo Martín han sido sorteados esta mañana. Los sobreros son de Conde de Mayalde y Torrestrella.
Cartel
¡Buenas tardes! Bienvenidos a la cuarta corrida de la Feria de Otoño de Madrid. Esperadísimo cartel con Alejandro Talavante, única figura que se apuntó al bombo, acompañado por Álvaro Lorenzo y Luis David Adame. Se lidian toros de Adolfo Martín.