A Enrique Ponce hay que verlo en Bilbao

Brindó la única faena de oreja a Don Juan Carlos con el mejor toro de la deslucida corrida de Domingo Hernández

Enrique Ponce se dobla con el primer toro Efe

ABC.ES , ABC.ES/A. A. , ANDRÉS AMORÓS y ABC.ES

Crónica

En un cartel de primeras figuras, mejora la entrada, sin llegarse al lleno. Las reses de Domingo Hernández –las preferidas del Juli – están alternando, últimamente, la de cal y la de arena. Esta tarde, con la presencia, en un palco, de Don Juan Carlos –al que brindan los tres diestros– y la Infanta Elena , sólo el primer toro ofrece posibilidades y Ponce le corta una oreja; los demás, muy deslucidos, hacen naufragar el cartel más esperado.

«A Ponce , hay que verlo en Bilbao», me dice un aficionado. «Y en todas partes», añado yo pero no dejo de darle la razón. Vive ahora su mejor momento. A la facilidad –en realidad, dificilísima– que siempre mostró se ha unido, últimamente, una gran evolución estética. ¿Qué añade Bilbao a todo esto? Bastante. Durante mucho tiempo, pensé que le convenía un rival, para exigirle más: los que intentaron serlo, pronto abandonaron. (Hoy, podría rivalizar con él José Tomás pero no está por la labor). Por eso, la exigencia le puede venir de las Plazas donde actúa. Este año, sin trofeos, ha recibido ya el unánime reconocimiento de Sevilla y Madrid, dos cosos que se le habían resistido. Comparece ahora (este año, una sola vez) en Bilbao, su Plaza favorita: nadie iguala sus 62 paseíllos en Vista Alegre.

El primero va largo pero a veces se desentiende, acaba en tablas, huido. Ponce, en el mismo centro, conduce las irregulares embestidas, traza un círculo completo y un magistral cambio de mano; por la izquierda, va peor. El «Ensueño» (nombre del toro) llega con los derechazos desmayados, enroscándoselo a la cintura, y uno de pecho tan interminable como «la historia» de Michael Ende. Lo lleva imantado a la muleta, concluye con doblones primorosos y, vaciando perfectamente, logra una gran estocada: ¿cómo no le van a dar la oreja, tan valiosa como ha sido la faena?

En el cuarto, mece el capote en verónicas lentísimas, extraordinarias. El toro es noble pero no tiene fuerza alguna. Queriendo conservarlo, lo pone él mismo en suerte, para evitar capotazos, y sale al ruedo por otro burladero, para evitar moverlo. Da pena que tanta sabiduría se use con un inválido... La faena es de enfermero, como hacía El Viti : a media altura, sosteniéndolo, tirando de él con suavidad. Logra un pase de pecho a cámara lenta y algunos piden música. Apostilla una dama: «¡Tendría que ser un Réquiem, por el toro!» Esta vez falla con la espada: matar a un «Hospiciano» parece cruel, a lo Dickens.

El segundo flaquea, gazapea, es corto y mirón: ¡una joya! Con oficio, El Juli solventa las dificultades , traga y sufre un desarme. El toro no es un «Soñador» sino un «esaborío». Lo mata con el habitual salto y falla con el descabello. El quinto se mueve pero sin entregarse, «se deja» (¡horrible expresión actual!) pero sin clase, protesta. Julián le consiente y se justifica con gran técnica. No cabía más.

El tercero es soso, se para pronto, no transmite nada. López Simón , con su quietud vertical, recurre a los naturales de frente, uno a uno, y al encimismo. Mata entrando desde lejísimos. El sexto embiste desigual, parece descoordinado. Alberto, muy firme, aguanta arreones pero el toro se derrumba. Con voluntad y valor, es una porfía empeñosa (diría Borges) y prolongada, que concluye con un desarme. Esta vez sí acierta con la espada, entrando también de lejos. Deja abierto el crédito para el viernes.

Tres conclusiones evidentes. Una: ¡cómo están los toros que matan las figuras! Dos: ¿por qué no repiten, en esta Feria, Ponce y El Juli? Tres: A Ponce hay que verlo en Bilbao... pero con toros.

Directo

Sexto toro

Sale el sexto, Golpeado, número 77, castaño, de 581 kilos. Este último toro de Domingo Hernández también es muy deslucido. López Simón solo puede mostrar su disposición y su entrega. Estocada. Saludos.

Quinto toro

Sale el quinto, Espejo, número 142, castaño, de 583 kilos. Mansea de salida. Se dobla El Juli con el toro en el principio de faena. Aunque va y viene no tiene clase. El Juli hace un esfuezo, se justifica y lo va metiendo en el canasto, pero no remonta la corrida. Media y dos descabellos. Saludos.

Cuarto toro

Sale el cuarto, Hospiciano, número 122, negro chorreado, de 577 kilos. Ponce lo saluda despacioso con verónicas meciendo el capote. El toro se desploma en varas. Lo aguanta Matías. El valenciano brinda al público. Oxigena mucho al toro, lo torea con suavidad, pero el toro, aunque apunta calidad, está justísimo de fuerzas. Faena de enfermero en la que es imposible el lucimiento. Dos pinchazos y estocada desprendida. Aviso. Silencio.

Tercer toro

Cuentista, número 111, negro, de 568 kilos. López Simón brinda al Rey: «Majestad, va por usted y por el bien que le hace usted a la Fiesta!». Este toro embiste con más templanza, pero tardea y es falto de casta. López Simón, muy valiente, saca varias series con firmeza, pero este animal va a menos y se para. Dos pinchazos y descabello. Aviso. Silencio.

Segundo toro

Sale el segundo, Soñador, número 116, negro bragado listón, de 562 kilos. El toro es una pintura, pero no se entrega en ningún momento, siempre a la defensiva. Lo intenta El Juli con oficio pero no hay opción de lucimiento. Estocada trasera y cuatro descabellos. Silencio.

Primer toro

Sale el primero, Ensueño, número 30, negro, de 557 kilos. Ponce brinda a Don Juan Carlos : «Siempre es un honor brindarle un toro, una vez más hace una demostración Su Majestad de la afición que tiene y del apoyo a la Fiesta. Hay dos cosas de las que me siento orgulloso: una es la de ser torero y otra de ser español». El toro tiene su complicaciones, se mueve descompuesto. Ponce se dobla torerísimo y con poder con él y con la receta de su prodigiosa técnica, el valor y del temple, llevándolo muy tapado, pudiéndole, amasa una faena de maestro. Suena la música. Emocionantes muletazos con un toro que transmite, pero para nada es de Ensueño, nombre del toro, que se raja. Hay un pase de pecho colosal y un cambio de mano estupendo. Torería en el broche genuflexo de una meritoria e importante faena. Estocada trasera. Oreja.

Paseíllo

Con tres cuartos de entrada, hacen el paseíllo Enrique Ponce, de tabaco y oro; El Juli, de nazareno y oro, y López Simón, de azul marino y oro.

Rey

Don Juan Carlos y Doña Elena presencian la corrida en una tarde con mucho ambiente desde un palco.

Sorteo

Esta mañana se sortearon los toros salmantinos que saltarán esta tarde a la negra arena bilbaína. Abrirá plaza un ejemplar bautizado como Ensueño.

Cartel

¡Buenas tardes! Bienvenidos a la cuarta de las Corridas Generales de Bilbao. Cartel de lujo hoy, con Enrique Ponce, El Juli y López Simón, que lidiarán un encierro de Domingo Hernández.

Previa

Esta mañana han sido enchiquerados los seis toros de Domingo Hernández que se lidiarán esta tarde en el coso bilbaíno de Vista Alegre. Darán cuenta de ellos Enrique Ponce, El Juliy López Simón.

Este es el orden de lidia:

1. Ensueño, número 30, negro, de 557 kilos.

2. Soñador, número 116, negro bragado listón, de 562 kilos.

3. Cuentista, número 111, negro, de 568 kilos.

4. Hospiciano, número 122, negro chorreado, de 577 kilos.

5. Espejo, número 142, castaño, de 583 kilos.

6. Golpeado, número 77, castaño, de 581 kilos.

El primer sobrero es de la ganadería titular (Armador) y el segundo es de Puerto de San Lorenzo (Pelotito).

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