Cumbre de un deslumbrante Ginés Marín en la Feria del Pilar

Un entregado Padilla le acompaña por la puerta grande en la corrida de la Prensa

Ginés Márin, por bernadinas Fabián Simón

ABC.ES , ABC.ES y ÁNGEL G. ABAD

Crónica

Gran tarde de Ginés Marín en la Misericordia. Todo buen toreo, todo. Todo temple y armonía, todo. Todo exquisitez, que el diccionario la define como que es de una calidad, un refinamiento y un gusto extraordinario. Pues eso, así anduvo Ginés Marín toda la tarde. Con el tercero, al que le cortó las dos orejas, y con el zambombo sexto, al que liquidó de una estocada de premio.

Volvía al calendario taurino aragonés la Corrida de la Prensa , en el ostracismo durante la última década. Y la iniciativa de la Asociación de Informadores Taurinos de Aragón acabó en éxito, con Ginés Marín y Juan José Padilla a hombros, en una tarde con una presidencia demasiado dadivosa, lo que está siendo una constante en esta Feria del Pilar que hoy termina. Seguramente que los llenos que se suceden, con público nuevo, es el peaje que se ha de pagar para la otrora más exigente afición maña, y por eso un poquito de más rigor en el palco tampoco vendría mal.

Pero estábamos con Ginés Marín , que para aperitivo estuvo soberbio al recibir con la capa al tercero. El toro de la casa Matilla tuvo buen son en su embestida y lucía además dos astifinos pitones, pero estaba cogido con alfileres en sus fuerzas. Ginés lo entendió a la perfección. Ni una estridencia, ni un mal gesto. Todo con el temple como bandera, y el buen gusto y la torería como aditamentos que calaron fuerte en los tendidos. Mérito grande del joven diestro, que se encajó y toreó profundo con la mano derecha. Y al natural lo bordó. Las series cortas, los tiempos medidos con excelencia, los espacios dibujados con regusto, y los de pecho sacándose al toro por delante con inmensidad desbordante. Aún faltaban unas bernadinas. Muy en corto el torero, ajustadísimas, con los afilados pitones siempre muy cerca. La plaza rugía de tanta torería. La media estocada arriba le bastó y paseó en triunfo las dos orejas.

El sello de la calidad

Quiso rematar la tarde con el sexto, que pasaba de los seiscientos kilos dentro de la desigual corrida de Matilla –Olga Jiménez y Hermanos García Jiménez, para ser exactos–. El toro resultó el más deslucido, y Ginés le robó muletazos con una y otra mano que mantuvieron el sello de la calidad, para darse un arrimón final antes de cobrar una buena estocada, que tras la petición de oreja y la ovación, le dio paso a abrir de par en par la puerta grande.

Ahí le acompañó Juan José Padilla , que poco pudo hacer con el huidizo que abrió plaza, pero que se entregó con el buen cuarto, que embestía largo y alegre. El Ciclón salió a revientacalderas tras el triunfo de Ginés. Largas cambiadas de rodillas, un vibrante tercio de banderillas y otra vez genuflexo para comenzar la faena. Ya de pie, no acabó de acoplarse en el toreo fundamental. En unos instantes parecía que la faena había acabado, pero tiró de recursos y de entrega, y llegaron los efectos. Toda la artillería populista del pirata, incluidos temerarios desplantes. La Misericordia, que desde aquella trágica tarde de octubre de 2011 es como su casa, se volcó, como él con la espada. Una oreja, ¡otra, otra!, y otro pañuelo que asomó en el palco que ocupaba el mismo presidente que el año pasado le negó la salida a hombros por una tarde mucho más redonda. Quizás quiso compensar. De cualquier forma, generosas o no, la vuelta al ruedo envuelto con banderas de España fue de las que se recuerdan.

Completaba el cartel López Simón , que de haber estado más certero con el estoque, hasta pudo irse en volandas con sus compañeros, que el día estaba con todo a favor. Toreó con soltura al tercero, que había pasado por el picador por compromiso, y le cortó una oreja al quinto, otro zambombo de 650 kilos, que acabó rajado. Lo cuajó con valor en un conjunto más que aceptable.

Volvía a celebrarse la Corrida de la Prensa de Aragón, Ginés Marín le puso el nombre propio con su deslumbrante toreo.

Directo

Paseíllo

Con lleno, hacen el paseíllo Padilla, de negro y oro; López Simón, de blanco y oro, y Ginés, de cariñena y oro. Los aficionados catalanes muestran una pancarta: "Cataluña es taurina", entre aclamaciones.

Sorteo

Esta mañana se sortearon los toros, con los dos hierros de Matilla: Olga Jiménez y Hermanos García Jiménez (quinto y sexto). Los sobreros son de Luis Algarra y La Palmosilla

Cartel

¡Buenas tardes! Bienvenidos a la octava corrida de la Feria del Pilar de Zaragoza. Se anuncian Juan José Padilla, ídolo de esta plaza, con los jóvenes Alberto López Simón y Ginés Marín.

Cumbre de un deslumbrante Ginés Marín en la Feria del Pilar

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