Emilio de Justo vence por «goleada» a Enrique Ponce en su mano a mano en Plasencia

El extremeño corta cuatro orejas y el valenciano pincha sus faenas

Emilio de Justo, en el inicio de un pase de pecho @EmiliodeJusto

ABC

Cuarta corrida de la «nueva normalidad» de Enrique Ponce, que en menos de una semana se ha colocado en líder del escalafón «post-Covid». Cuatro actuaciones en los cuatro días de agosto: Osuna, Navas de San Juan, Huelva y, hoy, Plasencia, donde se anuncia mano a mano con Emilio de Justo, uno de los toreros clásicos más ilusionantes.

Toros del Torero para Plasencia Tauroemoción

Para la ocasión, aguardan en chiqueros seis toros de la ganadería del Torero: Viperino, Jarocho, Seductor, Venezolano, Portugués y Cáñamo. Lo sobreros son también de la divisa titular: Sosito y Valenciano.

El primero en llegar es Emilio de Justo, muy motivado al estar junto «a una figura histórica» y con un recuerdo especial a todas las víctimas de la pandemia. Así lo dice en los micrófonos del canal Toros de Movistar, en su primera corrida televisada tras el estado de alarma.

Cuando faltan solo cinco minutos para el comienzo, entra en la plaza de Plasencia Enrique Ponce: «Estoy con ilusión y con ganas de compromiso, es muy importante que la temporada se dé, con las medidas de seguridad hay que tirar para delante. No hay que mirar por los intereses de uno, sino por el interés general. Si todos nos quedamos parados y dejamos la temporada sin toros, no es nada beneficioso. Hay que abrocharse el cinturón y tirar para delante», comenta a David Casas.

Con mucho ambiente, hacen el paseíllo Ponce, de gris plomo y oro; Emilio de Justo, de azul pavo y oro, y el sobresaliente Miguel Ángel Sánchez, de coral y oro.

Se guarda un minuto de silencio en memoria de las víctimas del Covid y, posteriormente, suena el Himno de España. La gente, con mascarillas en el tendido, se pone en pie.

El público tributa una ovación a los matadores, que salen al tercio a saludar.

Primer toro. Son las nueve y doce de la noche. Va a salir el primer toro al coso de las Golondrinas. Se llama Viperino y pesa 472 kilos. Echa las manos por delante en el saludo capotero de Enrique Ponce. No hay brindis. Blandea el animal, sin casta fuerza ni clase. Con el toro muy aplomado, no hay transmisión. Acaba en las cercanías en un primer capítulo que nunca toma vuelo. Pinchazo y estocada desprendida.

Segundo toro. Se llama Jarocho, número 69, de 473 kilos, negro mulato. Emilio de Justo , con crespón negro, lo brinda a todas las víctimas del coronavirus. El extremeño, bien colocado y con gusto, dibuja algunos muletazos formidables con el noble toro del Torero. Hay un pase de pecho monumental. Fenomental de Justo en su «vuelta». Y qué manera de matar. Estoconazo que de por sí solo vale un trofeo. Le piden las dos orejas, pero el presidente solo concede una.

Tercer toro. «Seductor» es su nombre, número 8, nacido en noviembre de 2015. Pesa 488 kilos. Enrique Ponce brinda al público y comienza de forma emocionante por abajo. Se mueve el toro con temperamento en los inicios y transmiten la series, aunque mediada la labor el toro se echa. Continúa la figura de Chiva con naturales. Con muchas ganas Ponce por ambos pitones. Y muy toreros los doblones finales. Belleza en este epílogo, pero pincha. No humilla el toro. Deja otro feo pinchazo en los bajos. Se echa este «Seductor», al que aplauden en el arrastre. Hay algunas palmas también para el maestro valenciano.

Cuarto toro. Se llama Venezolano, negro bragado, de 504 kilos. Se pega un volatín antes de ir al caballo. Grande el inicio, torero y mandón. Y continúa poderoso Emilio de Justo, por abajo, con asiento y ligazón. Transmite mucho aquello. Concede una distancia media luego, ofrece la muleta e intercala muletazos más relajado con otros de más poder. Lo ve muy claro el extremeño, que se centra en la derecha. No es igual por el pitón zurdo, con más peligro. Pinchazo y estocada desprendida. Oreja.

Quinto toro. Armónico, herrado con el número 89, que se viene abajo en el puyazo, de nada buena colocación. Enrique Ponce brinda a las gentes del toro. Tiene calidad este ejemplar, al que elabora una trabajada y paciente faena, en la que consigue conectar con el público. Con mucha entrega, persigue el triunfo. Pero no anda fino con el acero y se esfuma el premio. Después de un aviso, entierra una estocada tendida. Saluda una gran ovación.

Sexto toro. Cáñamo, número 67, cierra el festejo . Emilio de Justo, ya con el triunfo asegurado, lo recibe genuflexo a la verónica. Muy entregado el extremeño, con series macizas por el notable pitón derecho. Gran tarde/noche de De Justo. Estocada desprendida. Dos orejas.

Balance final del mano a mano: Enrique Ponce, silencio, palmas y saludos; Emilio de Justo, oreja con petición de otra; oreja y dos orejas.

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