Feria de Fallas: Pablo Aguado, sevillano serio
Corta una oreja y pierde la puerta grande por la espada en una noble corrida de Alcurrucén
Crónica
En la segunda corrida de la Feria, las reses de Alcurrucén resultan muy nobles. Sólo Pablo Aguado las aprovecha: corta una oreja, pierde por la espada la puerta grande pero deja una excelente impresión.
Comienza el ciclo continuado de las corridas de Fallas con un cartel juvenil : los tres diestros inician su cuarta temporada como matadores. Es un cartel simpático y atractivo pero yo prefiero la combinación, como siempre se ha hecho, de jóvenes y veteranos. Los tres han demostrado sus cualidades pero necesitan consolidar su carrera.
El toledano Álvaro Lorenzo acaba de volver con los Lozano, que guiaron su carrera, al comienzo. Ya ha abierto la Puerta Grande de Las Ventas. En el primero, noble pero soso, el diestro muestra su buena línea pero no llega a prender la chispa del entusiasmo . Acierta con la espada: petición insuficiente. Al cuarto, que tardea y se para, porfiando, le saca muletazos pulcros; se atraca, al matar. Ha tenido una buena tarde pero… Para ser figura, debe apretar más.
Luis David –ya no se anuncia como Adame– quedó bien en Olivenza. Tiene facilidad y variedad mexicana. Incurre, a veces, en efectismos novilleriles. En el segundo; cuando se raja, recurre a los manidos circulares invertidos y manoletinas. Mata recibiendo: petición y vuelta. En el quinto, muy manejable, realiza zapopinas y muletazos vistosos pero eléctricos. Sobran las iracundas miradas a la presidencia. Está puesto pero, para las Plazas españolas de primera, debe depurar su estilo.
Pablo Aguado fue una de las grandes revelaciones de la temporada, en la Feria de Abril y en Las Ventas. De los nuevos toreros sevillanos, es el que despierta más ilusiones. Entra por primera vez, ahora, en ésta y en otras Ferias: no puede defraudar... Aunque el tercero renquea, muestra claramente sus notables cualidades: naturalidad, torería, buen gusto. Cae baja la espada pero corta la oreja. En el sexto, que pasa de los 600 kilos (hubo «baile de corrales»), muy bien lidiado por Carretero , se mete en su terreno y, aunque pega derrotes, le va sacando muletazos templados, suaves. Además de buena clase, en este toro, no fácil, Aguado ha demostrado entrega y capacidad, pero pincha y pierde la salida a hombros. Debió matarlo bien. Salvo eso, ha tenido una tarde excelente. Es un sevillano serio (el maestro Antonio Burgos sabe de sobra a qué me refiero): no se «pone bonito», tiene la suavidad y la hondura de la torería clásica. Falta hace que surjan nuevos diestros, en esta línea.
Postdata. Se acaba de publicar «Día por día de mi calendario», un diario de Manuel Machado, en 1918. Disfruta con el toreo de Gallito, Belmonte, Vicente Pastor. Aunque algunos no quieran enterarse, en eso –como en casi todo– también coincide con su hermano Antonio: los dos son grandes poetas sevillanos.
Sexto toro
Último de la tarde: Codicioso de bautismo, número 86, colorado bragado, de 620 kilos, largo y el de mayor peso. Pablo Aguado brinda al público. Embiste con brusquedad este tren de Alcurrucén. El sevillano da el toque fuerte y preciso. Es muy brutote el toro frente a la calidad del torero, con actitud y aptitud. Mediada la faena, le sopla un bonito natural en un viaje más agradable. Le falta ritmo a Codicioso. Pincha ahora el joven matador. Dos pinchazos y media estocada tendida. Ovación de despedida.
Quinto toro
Alcachofo, negro mulato, número 68, de 538 kilos, el toro con más transmisión de la tarde, muy bien lidiado por Miguel Martín. Deseoso de agradar Luis David, hace una larga faena. Abrocha por bernadinas una faena que no terminó de cuajar frente a un buen toro. Pinchazo hondo y descabello. Suena un aviso. La petición, muy menor, es más a gritos que con pañuelos. Saludos.
Cuarto toro
Atractivo, número 66, de 540 kilos. Turno de Álvaro Lorenzo, con un toro que no termina de entregarse, tardea y embiste rebrincado. Correcto el torero con un too que se para. Estocada trasera. Aviso. Saludos.
Tercer toro
Tabaquero, número 70, colorado bragado, de 547 kilos, de bonita estampa. Sale algo renqueante y procuran cuidarlo en la profesional lidia de Diego Ramón Jiménez. Pablo Aguado tantea a media altura y, aunque el animal acusa su justeza de fortaleza, deja pasajes de temple y gusto. Brotan tres naturales de clase, muy toreros. Todo con suavidad, sin tirones. Sevillanía en su clásica y medida faena, un placer en estos tiempos donde tanto y tanto se alarga. Estocada caída. Oreja.
Segundo toro
Escribano, número 153, colorado ojo de perdiz, de 538 kilos. Adame quita por chicuelinas y por el mismo palo lo hace Aguado. Lo hace luego por gaoneras el mexicano, con un toro que "va" cuatro veces al caballo. Miguel Martín arriesga en un gran par en banderillas. Brinda al público Luis David, que prologa con dos cambiados por la espalda. Dispuesto y con listeza Adame, pero el toro se raja pronto. Tiene embestidas desiguales, pero al hilo de las tablas consigue una serie vibrante en varios viajes con transmisión. Cierra por manoletinas. Mata de un estoconazo recibiendo. Petición y vuelta al ruedo.
Primer toro
Arrestado, número 25, castaño chorreado, de 544 kilos. Lorenzo deja una buena media con un toro algo bastote, atacado de kilos pero nada sobrado de trapío. Con un toro noble y muy manejable, la faena tarda en calar hasta que surge una serie zurda. El toledano plantea una faena con buenos modos, pero no hay la emoción necesaria ni por parte de toro ni de torero. Faltó chispa y faltó alma. Mata de un espadazo desprendido. Saludos tras petición minoritaria.
Paseíllo
Hacen el paseíllo Álvaro Lorenzo, de grana y oro; Luis David Adame, de blanco y plata; Pablo Aguado, de marfil y oro.
Sorteo
Tras un intenso baile de corrales (se habla de más de una docena de ejemplares reconocidos), esta mañana se sortearon los toros de los Lozano -que no han podido lidiar la corrida prevista-, cuyos pesos oscilan entre los 538 y los 620 kilos. Los sobreros son de Montealto.
Cartel
¡Buenas tardes! Bienvenidos al cuarto festejo de la Feria de Fallas de Valencia. Se anuncia una corrida de Alcurrucén para una ilusionante terna de toreros jóvenes: Álvaro Lorenzo, Luis David Adame y Pablo Aguado.