El desconcertante comportamiento de «Gitano», el toro sobre el que se sentó un aficionado de Valencia
Después de aquel episodio, este ejemplar de Ibarra dio buen juego en el caballo
Se llamaba «Gitano» , buen mozo, negro azabache y bien armado. Así definía la revista «La Lidia» a este toro de la ganadería de Ibarra , lidiado en la plaza de Valencia el 24 de julio de 1887.
Atendiendo a su imponente trapío, con una belleza extraordinaria , y a su famosa reata, el ganadero lo eligió para lidiarlo en las corridas de la capital del Turia. Los aficionados contemplaban su hermosa estampa en los corrales, pero aquella presencia pareció difuminarse con su comportamiento, alejado de la casta brava.
«Motró tal sumisión a los mansos -dice «La Lidia» -, tan poca alteración cuando cruzaban ante él los vaqueros y dependientes de la plaza, que e mpezaron a acariciarle , tolerándolo él con indiferencia, y concluyeron porque un conocido aficionado valenciano se sentara sobre él durante un breve momento , en que una pequeña máquina de fotografía instantánea tomaba fielmente el retrato...»
Al ver aquello, su criador «se temía lo peor». Pero no fue así y «Gitano», materia prima esencial para la creación artística del torero, sacó toda la bravura que llevaba dentro: «En la plaza se portó admirablemente con los caballos y dio juego para una soberbia faena de Frascuelo ».
Noticias relacionadas