Desafío ganadero en Las Ventas: Saltillo y Los Maños, toro a toro
Sánchez Vara, Luis Bolívar y Thomas Dufau dan cuenta de la corrida
Tarde de toros en Las Ventas. Se anuncia este 24 de abril un desafío ganadero con ganado de Saltillo y Santa Coloma. Los de Moreno Silva saltarán al ruedo madrileño en primer, segundo y sexto lugar; los santalomas de Marcuello se lidiarán en los turnos tercero, cuarto y quinto.
Con un cuarto de entrada -lleno en el 7-, hacen el paseíllo Sánchez Vara, de canela y oro; Luis Bolívar, de turquesa y oro, y Thomas Dufau, de sangre de toro y oro. Un desastre era el ruedo.
Sale el primero, Tiburoneto II, cárdeno claro, de 532 kilos, herrado con el número 41. Había ganas de ver el tercio de varas: mejor el segundo puyazo que el primero, en el que le taparon la salida. Con los palos de la bandera de España banderilleó Sánchez Vara, dos por el derecho y el último par al violín. Brindó al público y se plantó por el zurdo, que 'parecía' el mejor. Corto y cabeceando se quedaba. Claro que peor aún era por el derecho. Muy complicado el de Saltillo, al que el alcarreño metió mano con su contrastado oficio. Duro de roer el toro. Y capaz Sánchez Vara, que mató con habilidad de una estocada desprendida. Saludos para el torero y pitos para el toro.
Luis Bolívar quiso lucir en el caballo -montado por Rubén Sánchez, con una gran vara- al segundo, que fue tres veces al peto. Sandiero I era su nobre, número 43, cárdeno oscuro, de 500 kilos, con el que la cuadrilla pasó un mal rato. Se revolvió en el primer muletazo, pero luego humilló. Se descalzó el colombiano y por el derecho le buscó las vueltas. Probó por el izquierdo pero cada vez se puso más andarín. Para colmo, luego no pasaba. Un sector se enfadó y se posicionó a favor de Sandiero, incomodísimo para matarlo con sus pasitos y pasitos. Pinchazo y estocada. Con una horrible muerte. Aplaudieron al toro -qué cosas- y pitaron al torero, que nunca llegó a confiarse.
Matón se llamaba el tercero, de Los Maños, cárdeno claro, de 509 kilos, en el tipo de la casa. El toro y Dufau trajeron la emoción a la verónica. Lástima que le arrancara el capote cuando se disponía ya a cerrar el saludo. Por verónicas entró al quite Sánchez Vara. Brindó a los tendidos Thomas y, sin probaturas, citó con la izquierda. Emocionantísimo. Con verdad el francés, entregado y firme con la buena y enclasada embestida de Matón, que también acudió con nobleza y bravura por el derecho. Se abandonó Duffau y bramó Madrid. Hubo tiempo también para los adornos: afarolado, molinete... Antes de regresar al camino zurdo, con el toro algo más apagado. Le pegó un pitonazo y le rajó Matón la taleguilla en la hora final: pinchazo y estocada. Gran ovación en el arrastre y saludos para Dufau, que mereció la vuelta al ruedo.
Con dos largas de rodillas recibió Sánchez Vara al cuarto, de Los Maños, Ciervo, negro salpicado, de 549 kilos. Vibrante el comienzo de faena por bajo con otro toro que repetía con nobleza y profundidad. Quiso agradar el matador, aunque la faena no tomó el vuelo deseado. Pinchó antes de una estocada caída y tendida. Tuvo que descabellar. Silencio y ovación al toro.
Bonito, número 56, es el quinto. Pero este nada tenía que ver con sus hermanos de Los Maños. Justo de fuerza e incierto, no permitió el lucimiento. Bolívar se justificó con voluntad. Silencio.
Inválido el sexto, de Saltillo, que debió ser devuelto en varas. No le quedó más remedio al presidente que enseñar el pañuelo verde cuando Sandiero II se derrumbó en banderillas. Los bueyes de Florito lo condujeron a chiqueros. Rastrojero, número 44, era el sobrero, de 573 kilos. Cien más le cabían al largo tren, con el que la cuadrilla lo pasó malamente. Una pitada se llevó el varilarguero, que fue derribado. No pasaba en la muleta y Dufau abrevió con el complicado animal entre el enfado del personal. Pinchó. Aplausos con alguna división al toro.
Sobraron las almohadillas.