Faena de San Isidro «por el Rey y por España»
Ovación de gala a Don Juan Carlos en un festejo que comenzó con el percance del subalterno Manuel Muñoz
Empresarios y marqueses, presidentes y alcaldes, dramaturgos y escritores aguardaban la llega de Don Juan Carlos , el Rey de los toros . Pero era la afición, la sombra y el sol, la que se arremolinaba a las puertas del Patio del Desolladero, donde aparcó el coche de Su Majestad. Un auténtico baño de masas se pegó el Rey emérito, entre «¡Vivas!» y aplausos. Minutos antes habían llegado su hija, la Infanta Elena, y su nieta, Victoria Federica, que ha heredado la afición taurina. Los flashes resplandecían y se improvisaban los selfies con los miembros de la Familia Real al fondo. Una locura mientras Don Juan Carlos era cumplimentado por los empresarios de Las Ventas, Simón Casas y Rafael García Garrido, y el director gerente del Centro de Asuntos Taurino, Manuel Ángel Fernández.
Parte médico
Manuel Muñoz fue operado de «una herida por asta de toro en tercio medio de cara posterior de muslo izquierdo de 20 cm. alcanzando el fémur, contusiona nervio ciático y causa destrozos en los músculos isquiotibiales. Pronóstico: grave»