Copa Chenel: Paulita, valor y hondura tras una escalofriante cogida
Fue alcanzado por el quinto, al que cortó una oreja bajo una fuerte conmoción en Villa del Prado
La última corrida clasificatoria para las semifinales de la denominada Copa Chenel tuvo en la plaza de Villa del Prado un momento dramático cuando el quinto, un tío de Partido de Resina, cogió de lleno a Paulita, que estaba toreando de rodillas en el comienzo de la faena de muleta. Un derrote seco lo lanzó al aire y la caída, con todo el peso del cuerpo sobre el cuello del torero, hizo temer lo peor. Quedó en el suelo unos instantes, inerme, y cuando fue ayudado por las cuadrillas que acudieron al quite, Paulita estaba totalmente desmadejado, sin reflejos.
Le faltaba el aire, totalmente desorientado. Le despojaron de la chaquetilla, y descompuesto volvió a la cara del toro para cuajar una faena de valor, raza y también buen toreo. Con la derecha surgieron muletazos largos y templados. Verlo citar era un milagro, y cuando remató al toro su cara era la expresión del dolor, apenas podía andar, en volandas se lo llevaron hasta la UCI móvil en donde le apreciaron un esguince cervical y lo trasladaron a un centro médico para ahondar en las posibles lesiones.
Con su primero, de Quintas, perdió los trofeos con la espada, tras torear con buen aire con capote y muleta a un astado noble de la variada corrida, de capas y de comportamiento. Ni uno negro de los seis saltó a la arena de la plaza de Villa del Prado.
Sánchez Vara cortó una oreja al que abrió plaza, un serio berrendo que se quedaba corto, con el que anduvo porfión y entregado. Mejor estuvo ante el encastado cuarto de Partido de Resina, pero un feo bajonazo le aguó la fiesta.
También tuvo su cruz en los aceros Miguel de Pablo, que se entendió bien con el buen tercero, y sin regatear esfuerzos con el más descompuesto que cerró plaza.