Carlos Ochoa se retira: «Si no estoy dispuesto a jugarme la vida, no debo volver a vestirme de torero»
El novillero anuncia su adiós a los ruedos en una carta en la que dice que no está dispuesto «a pagar el peaje que han pagado tantos toreros»
![Carlos Ochoa se retira: «Si no estoy dispuesto a jugarme la vida, no debo volver a vestirme de torero»](https://s2.abcstatics.com/media/cultura/2018/09/27/ochoa3-kaQE--1248x698@abc.jpg)
«Me retiro». Así comienza el novillero Carlos Ochoa la carta en la que anuncia que cuelga el vestido de luces. Así continúa la sorprendente y emotiva misiva:
Me retiro de la que hasta ahora ha sido mi vida, de la profesión más bonita que existe, me retiro de la profesión más auténtica que hay y habrá siempre.
Precisamente mi decisión se debe a esto último, después de pensarlo y madurarlo muchos días y noches, he llegado a la conclusión de que no estoy dispuesto a pagar el peaje que han pagado tantos toreros , en especial, como es lógico, mi gran amigo Víctor Barrio.
A mi parecer, un hombre que no está dispuesto a jugarse la vida, en el sentido literal de la palabra, nunca debería enfundarse un vestido de torear. Lo primero porque eso sería engañar a la gente que paga una entrada por verle, sería engañar al toro que entrega su vida todas las tardes, y sería engañarse a uno mismo.
Por esta razón, he decidido retirarme. Porque he caminado en esta profesión siempre con toda la verdad y por derecho , respetando y amando al toro y a la profesión por encima de todo. Y por ese respeto que me merece el toro, la profesión y el vestido de torear, creo que si no estoy dispuesto a jugarme la vida, no debo volver a vestirme de torero.
Por último, quiero dar las gracias a esta forma de vida que he llevado estos años por todo lo que me ha aportado y por todo lo que me llevo de ella. Y sobre todo daros las gracias a todos los que habéis estado conmigo día a día, los que me habéis acompañado en este maravilloso viaje , y gracias también a los que me lo habéis puesto tan difícil en algunas ocasiones, porque conseguisteis sacar lo mejor de mí en la plaza. Pero sobre todo gracias al toro , es el que realmente se merece todo.
Me voy con el privilegio de haber podido pisar las plazas más importantes, con la satisfacción de haber caminado por derecho todo este tiempo. Y me voy con la tranquilidad de respetar por encima de todo al toro , al toreo y a aquellos que aman y respetan esta profesión, ya que ellos están dispuestos a jugarse la vida y enfundarse ese mágico vestido tarde tras tarde.
Gracias por tanto.
La vida es maravillosa… y pienso vivirla con la intensidad y la entrega que he puesto en el toro todo este tiempo».