El brindis de Morante a Cayetana
Por su apoyo a la tauromaquia
«Menos mal que no se ha puesto el traje feo», dice uno cuando Morante llega a la puerta de cuadrillas. Juan Ortega no tiene problemas. Ni casi trajes. Tres, dos azabache (el que llevaba y uno verde) y otro grana y oro sin pagar. Tras el paseíllo, el capote de Morante se colocó en la barrera de Cayetana Álvarez de Toledo , a la que brindó el tercero por su apoyo a la Fiesta. De Vox al PP, taconazo. Lástima, fue mejor la faena al quinto.
Al entrar al coso de los Califas, toma de temperatura y fumigación de manos. Y dentro, distancia. La gloria. Nadie al lado, nadie delante, nadie detrás. Pues unos casi llegan a las manos con cuatro asientos entre ambos. A todo nos acostumbramos, hasta a pelearnos a distancia. Estaba Cayetana debajo de una gran foto de Guerrita. Otro retrato que adornaba la plaza era el de Manolete. Morante había ido por la mañana a visitar su tumba. Debajo de su foto fue donde mejor toreó.