Aldabonazo de Jorge Isiegas, con permiso de Morante, en festival de Ricla
Ginés Marín y el novillero Javier Poley les acompañaron en el éxito en tarde de agua, frío y plaza llena
Frío, lluvia y tres mil personas abarrotando la pequeña plaza de la localidad zaragozana de Ricla, que lleva el nombre de su torero más famoso, el mítico Braulio Lausín 'Gitanillo de Ricla'. La inauguración de la temporada en plazas aragonesas demostró que hay ganas de toros en una tarde de grises nubarrones en el cielo y de fiesta en los tendidos y en el ruedo.
A Morante le agradecieron con una jota bravía el esfuerzo por torear el festival entre sus dos comparecencias de Castellón, y se entregó de principio a fin con un novillo noblote que le permitió desplegar torería. Al natural lo cuajó siempre templado. Uno largo, otro más, y el tercero al ralentí…, y el paseo triunfal con las dos orejas.
La réplica al de la Puebla se la dio el aragonés Jorge Isiegas, que sustituía al herido Diego Urdiales, y que plantó sus poderes desde que se abrió de capa con variedad y buen gusto. De una entregada faena destacó el toreo al natural, envuelto en clasicismo, y rematado con profundidad con los de pecho. Dos orejas también para el joven torero.
Doble trofeo para Ginés Marín con un novillote encastado al que cuajó con intermitencias y siempre con buenas maneras. Las que intentó Pablo Aguado ante un imposible cuatreño manso y geniudo, al que pasaportó con oficio.
Cerraba el cartel el novillero zaragozano Javier Poley que no renunció a brindar a los maestros y que desplegó todo su repertorio presidido por las ganas de triunfo ante un novillo con muchos pies que le dio palizón. Estoconazo y feliz con las dos orejas.