Novillos otoñales en Madrid
Alejandro Marcos firma lo mejor en una novillada del Torreón sin fuerza
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En una tarde de veranillo de San Miguel, Las Ventas registra una excelente entrada pero la flojera de los novillos del Torreón y la escasa pericia de los diestros traen la tristeza del otoño : una tarde muy plana, sin emoción; es decir, lo contrario de lo que debe ser una corrida de toros.
El maestro César Rincón triunfó en este ruedo con reses fuertes, encastadas; él sabe de sobra las dificultades que eso plantea pero también el éxito que puede suponer. Sus novillos tienen nobleza pero c arecen de la fuerza necesaria para que el público madrileño valore unas faenas poco brillantes. [Así lo contamos en directo]
Debuta en Madrid Filiberto , de Calasparra. El primero flaquea al final de cada serie. El diestro abusa de la verticalidad , alarga la faena con muletazos invertidos y bernadinas (la moda actual). Un paleto diría: «¿Pa qué?» Mata sin estrecharse. Al cuarto hay que levantarle el capote antes de varas, galopa pero flojea. Brinda también al público, como el primero. En este momento, aparece el viento: con la muleta flameando, logra bajar la mano en algunos muletazos, jaleados por sus partidarios. Pincha caído y la estocada también es baja: matando así, no proceden los gestos triunfales.
Buenas sensaciones
El salmantino Alejandro Marcos confirma las buenas sensaciones que ha dejado en Madrid, este año. En el segundo, luce sus buenas maneras con capote y muleta, corre la mano en un trasteo aseado pero el toro se apaga. Devuelto por flojo el quinto, el sobrero, de Dolores Rufino , mansea claramente, huye a chiqueros, amaga con saltar, barbea tablas: supone un examen pero también una oportunidad. El diestro lo aprueba : no llega a imponerse pero no se ve desbordado; liga naturales con emoción pero hace guardia con la espada y se le atasca el descabello. En todo caso, ha sido la faena de más interés de la tarde.
El tercero es noble pero claudicante. Joaquín Galdós se muestra voluntarioso pero su estilo no llega a los tendidos, que se impacientan, y mata sin convicción. En el último, el banderillero Raúl Adrada saluda la mayor ovación de la tarde, después de dos buenos pares. Galdós está decidido pero le afean la colocación. Aunque algunos lo han pretendido, no lo veo como rival de su compatriota Roca Rey.
Hojas secas
Se han caído los novillos como las hojas secas del otoño. Así, no cabe la emoción. ¿Lo aceptarán los profesionales? No lo creo. Las ganaderías que se anuncian para los dos próximos carteles, que la afición espera con ilusión, pueden repetir la historia...
Un aficionado pedante me entrega una versión taurina de Paul Verlaine : «Los largos sollozos/ por los novillos tan flojos/ hieren mi corazón/ con una languidez/ monótona». Y un castizo apostilla: «O sea, un rollazo» . Me temo que tiene razón.
Postdata . ¿Por fin? Parece ser que algunos profesionales taurinos han decidido unirse para lo que tanto hemos pedido: contratar a profesionales del Derecho y de la comunicación. Debían haberlo hecho antes, desde luego, pero nunca es demasiado tarde, si las cosas se hacen bien. Cualquier despacho competente sabrá realizar la defensa jurídica de la Fiesta. La necesaria campaña de promoción puede hacerse de muchos modos. Deseo que se acierte y que esto no sea –una vez más– flor de un día. Quedan pendientes muchas cosas: atraer a los jóvenes, bajar los precios... Y recuperar la emoción, con toros fuertes y encastados.
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