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Adame indulta a «Hechicero» en Guadalajara, a hombros con Fandi
El sexto toro, que haciendo honor a su nombre, embrujó con su bravura y pasión a los tendidos alcarreños allí presentes
El diestro mexicano Joselito Adame indultó este viernes un gran toro de la ganadería de Fuente Ymbro , de nombre «Hechicero», en el segundo festejo de la feria de Guadalajara, y salió a hombros junto al Fandi, que cortó tres orejas.
Antes de adentrarse en la tarde, y a tenor de lo que ocurrió en la víspera en el apartado ganadero, este viernes sí que hay que felicitar a la empresa y, sobre todo, a Ricardo Gallardo, ganadero de Fuente Ymbro, por los dos toros extraordinarios que trajo a Guadalajara, especialmente el sexto, de nombre «Hechicero», que, haciendo honor a su nombre, embrujó con su bravura a los tendidos alcarreños.
Y eso que fue un toro que bajó la buena presentación que estaba teniendo la corrida y que, además, perdió las manos varias veces antes del último tercio, pero fue tomar la muleta por primera vez y se convirtió en una máquina incansable de embestir, con fondo, por abajo y mucha clase, abriéndose entre pase y pase, lo que se dice en el argot «hacer el avión».
Adame lo vio enseguida y, tras un inicio en el que t oreó con desmayo y mucho relajo , lo aprovechó, y de qué manera, sobre todo por el derecho, por donde las tandas fueron a más, más rotundas y compactas, dando salida a «Hechicero» con el de pecho después de recetarle siete y hasta ocho muletazos ligados.
La plaza, un clamor, tanto que, cuando hizo el amago de coger la espada, comenzaron a pedir el indulto del toro, que el presidente acabó concediendo entre el fervor del tendido, la felicidad del torero y el orgullo del ganadero.
A su primero, de José Vázquez, también le cortó una oreja Adame, después de una faena en la que se le vio sereno y muy seguro con un animal noblote pero carente de transmisión.
El Fandi sacó a relucir todo su repertorio capotero en su primero: dos largas en el tercio, mecidas verónicas , galleo por chicuelinas y hasta un quite por vistosas lopecinas. No faltó nada.
Con el ambiente totalmente a favor, el granadino acabó de meterse a los tendidos en el bolsillo con las banderillas, todo un especialista, con dos pares de la moviola y otro al violín.
En la muleta bajó el diapasón de la obra, como suele ser habitual en él, en una faena en la que primó la cantidad sobre la calidad, y en la que no faltaron rodillazos, molinetes, desplantes y carruseles de redondos limpios y ligados, aunque poco ajustados , ante un toro de Fuente Ymbro de muy buena condición. El descabello que precedió a la estocada final no le privó de cortar las dos orejas.
De hinojos volvió a saludar El Fandi al cuarto, de José Vázquez, toro largo y basto de hechuras, con el que volvió a exhibirse con «los palos», poniendo hasta un cuarto par. Muleta en mano demostró nuevamente los recursos que tiene para solventar cualquier papeleta en otra faena mejor compactada por el derecho.
Al cambiar de pitón el animal decidió tirar la toalla en busca de las tablas, donde El Fandi le siguió buscando las vueltas a base entrega y «efectos especiales», lo que, tras una gran estocada, le valió para sumar otro apéndice más.
Abría el cartel el rejoneador Hermoso de Mendoza, que estuvo lo que se dice digno con dos toros mansurrones y de poco celo, con los que destacó a lomos de Viriato en el primero y sobre Dalí en el cuarto, mas no tuvo su tarde con el rejón final y sus labores fueron silenciadas