En el nombre de Saúl
Salvador Vega brinda una faena de oreja al compañero herido
![En el nombre de Saúl](https://s3.abcstatics.com/Media/201508/17/salvador-vega-efe--644x362.jpg)
Nunca el Mediterráneo trajo un runrún tan charro. Lágrimas saladas por el dolor de una cornada «al torero más valiente que ha parido Málaga». Palabra de un aficionado que se sumaba desde la balconada al hashtag que dominaba el tuittendido: #FuerzaFortes . El corazón se estremeció aún más cuando aquella escena aterradora de Vitigudino, cuna de Su Majestad El Viti, parecía repetirse en la Malagueta: el primer toro hizo hilo y empotró contra las tablas a Fernando Rey . La gente se tapaba el rostro con las manos, la sangre se presentía... Gracias a Dios, se obró el milagro: el joven matador se libró de la herida.
Con ese astifino pavo de Martín Lorca -que lidió una seria corrida , de mucha fachada y poca casta-, Salvador Vega se había gustado a la verónica. Pase de las flores en el mismísimo platillo como prometedor estreno para ahormar la embestida en tres meritorias series, con un animal muy a menos y que por el zurdo no poseía ni medio viaje en su constante gazapeo. Por encima el malagueño, que acabó con seguridad en terrenos de cercanías .
El cante grande llegó en el cuarto. ¡Menudo recital a la verónica! El pecho por delante y el mentón hundido, con un trío de medias que supieron a gloria bendita. El brindis fue para Fortes , tan presente en el cartel de su tierra. Vega le dedicó una obra de clasicismo, con un toro que portaba un pitón izquierdo de calidades. Gotearon naturales de temple y profundidades y se apretó unos derechazos con un cambio de mano pleno de empaque. Se creció Salvador en el nombre de Saúl y adelantó la muleta y la pierna en pasajes de sensación y torería. Sabor y arte en los doblones antes de cazarlo de una estocada. Legítima la oreja.
Con un escalofriante pase cambiado comenzó David Galán frente a un rival al que le costaba embestir. Claro que en el sitio que el afanoso torero se ponía lo increíble sería que hubiera embestido. Ídem en el quinto, al con el que se mostró animoso desde la larga cambiada.
El tercero no presagió buenas cosas. Para bueno, el tercio de Iturralde , que echó la vara como los clásicos. Rey, recién alternativado, se entregó todo y más con el deslucido torete, de contadas fuerzas. El circular invertido despertó al personal y allá que se extendió. Toda su entrega en la muleta fue la que le faltó a la hora de matar, como en el sexto, parado y de justa raza, tónica del conjunto. Para casta, la de Saúl Jiménez Fortes . Las batallas más difíciles son para los mejores guerreros. La victoria será suya, torero. Y en el nombre de su verdad fue la tarde.
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