Un saldo ganadero y el viento marcan la tarde en Huesca

Tarde de mucho viento y poco toro . Mientras el cierzo complicaba la labor de los toreros, los astados de tres ganaderías, cada uno de su padre y de su madre, no mejoraron las cosas. Así, sin grandes cotas fue pasando la cuarta corrida de la feria de Huesca que registró más de media entrada en los tendidos, cuando los nombres más rutilantes del escalafón ya habían pasado por la arena oscense.

De la ganadería titular del Vellosino se lidiaron tres -segundo, cuarto y sexto-, el primero fue un sobrero de Santiago Domecq , y tercero y quinto de Albarreal. De un saldo dispar de presencia, por no decir mala, y de pobre juego, destacó el quinto. "Dentreotoño" fue un buen toro que humilló y siguió los engaños con fijeza. Lo mejor de un festejo que no levantó nunca el vuelo.

Con ese quinto, Eduardo Gallo tuvo una buena oportunidad para remontar su carrera. Y no estuvo mal, especialmente en el inicio de faena y toreando con la mano derecha. Hubo profundidad y temple en algunos momentos. Parecía que la cosa iba para triunfo, pero el pinchazo antes de la estocada lo dejó en una vuelta al ruedo. En su primero fue silenciado.

Un entusiasta M iguel Abellán cortó una oreja del primero. Muy decidido con el cuarto, derrochando voluntad y hasta despertó a las peñas con desplantes y rodillazos. Un bajonazo frenó otro posible del cuarto.

Cerraba el cartel Iván Fandiño , que anduvo gris con el tercero y se mostró más animoso con el sexto. Silencio en los dos fue su balance.