«La cornada de Jiménez Fortes dejó pelados la carótida y el esófago»

Apenas ha dormido, pero ha pasado la noche sin fiebre. La evolución del torero que rozó por milímetros la muerte es positiva. Así lo confirma el doctor Máximo García-Padrós a «Aplausos». «Jiménez Fortes evoluciona favorablemente. Todo va muy bien, los drenajes que se colocaron han hecho su función perfectamente, no tiene fiebre, ni se ha producido ninguna hemorragia. No ha habido ningún problema por lo que, a falta de una nueva analítica, el torero pasará a planta en breve aunque no podrá recibir visitas porque debe estar tranquilo al menos durante 48 horas», explica.

A pesar de la buena recuperación, el cirujano jefe de Las Ventas dice que hay que ser prudentes: «Apenas han pasado unas horas del percance y estamos dentro del margen de tiempo en el que pueden surgir posibles complicaciones. La cornada ha sido tremenda, ha dejado pelados el esófago y la carótida». Una de las dos heridas que sufrió en el cuello contusiona, además, la yugular.

Aunque la cornada llegó a la fascia prevertebral, el torero responde bien a los estímulos nerviosos: «Mueve bien las piernas y las manos, aunque hay que practicarle un TAC para descartar lesiones. Ahora mismo, lo que no puede apenas mover es el cuello»

El torero malagueño ha tomado algo de líquido y habla con normalidad, «muy lúcido».

Dentro de su amplia experiencia profesional como médico y como cirujano jefe de la plaza de Las Ventas, Padrós dijo que la cornada de Fortes le recordaba muchísimo a una que sufrió Joselito en 1987, «prácticamente idénticas» y, un año después, la de Campeño, aunque ésta se saldó de forma trágica al seccionar el pitón la carótida. También aseguró que el torero malagueño «ha tenido mucha suerte, dos centímetros más y no lo cuenta ».

Aún es pronto para hablar de tiempos de recuperación. Lo importante es que Fortes evoluciona bien de una cornada que pudo ser fatídida.