Fermín Bohórquez corta una oreja en su despedida de Sevilla

Corrida de Benítez Cubero noble pero justa de fuerza

Fermín Bohórquez corta una oreja en su despedida de Sevilla efe

andrés amorós

En una mañana en la que alternan chaparrones y sol, el cartel de seis rejoneadores logra sólo media entrada: parece una fórmula para resolver compromisos más que para atraer al público. Los toros de Benítez Cubero son nobles pero justos de fuerzas. Sólo Fermín Bohórquez, que se despide de este público, corta un trofeo. (Acierta la Presidenta al frenar el triunfalismo propio de estos festejos, con mucho público infantil). Todos disfrutamos con un verdadero concierto, de la magnífica Banda del maestro Tejera.

Es justo que el factor sentimental se centre en Fermín Bohórquez. (Ésta es su última temporada, después de treinta años como profesional). Su toro, listón y bragado, es noble, bondadoso. Brinda a Ángel y Rafael Peralta. Luce su estilo sobrio, campero; encela bien al toro pero clava desigual; acierta en las banderillas a dos manos. (Rejón: oreja).

A Fermín brinda su faena el portugués Joao Moura. Lo lleva prendido a la cola, en una vuelta al anillo; galopa a dos pistas; brilla en los quiebros. (Rejón: petición y vuelta, con bronca a la Presidencia).

El tercero, distraído, espera mucho, no facilita la labor de Leonardo Hernández, que se demora al clavar. Ha de arriesgar mucho, cerca del toro. Lo compensa con las banderillas cortas, al violín, y con desplantes. (Rejón: petición y saludos).

Manuel Manzanares – hermano de José María – es discípulo de Pablo Hermoso de Mendoza. Su toro flaquea mucho. Con “Príncipe”, lidia templado; con “Garibaldi”, quiebra muy en corto, arriesgando. Prolonga la faena y el toro se echa. (Rejón y descabello: saludos).

Luis Valdenebro transmite a sus paisanos su ilusión juvenil. Galopa de lado, deja llegar al toro muy cerca; aguanta, con valor, y clava fácil. Cita de poder a poder (algo encomiable). Pero el toro cae varias veces y falla, al matar. (Pinchazo y rejón trasero: petición y vuelta).

Lea Vicéns torea bien de salida, da espectáculo, hace alardes ecuestres en la cara del toro, pero no siempre acierta al clavar y pincha. (Dos pinchazos y rejón: vuelta al ruedo).

Posdata. En el callejón, con chaleco campero y sombrero de ala ancha, una figura inmóvil, que parece tallada en piedra: contempla a su discípula don Ángel Peralta. Es un monumento vivo al arte del rejoneo.

Fermín Bohórquez corta una oreja en su despedida de Sevilla

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