Festival Iberoamericano de teatro

Tres brujas que se creen santas

No es la primera vez que Teatro del Azoro visita el FIT. Ya sorprendieron en el 2014 y 2016 con su estilo de teatro comprometido y centrado en potentes interpretaciones

Todas las Santas A. C.

Germán Corona

Cádiz

Como si se tratase de una sola entidad, el triunvirato compuesto por la coreógrafa y directora española Luz Arcas (La Phármaco), junto con las actrices salvadoreñas Egly Larreynaga (Teatro del Azoro y La Cachada Teatro) y Alicia Chong (Teatro del Azoro) nos sumergen en una sui generis pieza que transita estilísticamente del documento histórico a la danza, de la instalación audiovisual al monólogo, de la autoficción al ritual y todo ello sin apenas advertirlo y con una métrica entrecortada, construida a cuadros, pero no carente de ritmo.

La afinidad y admiración que se confiesan y se profesan estas 'tres santas' da lugar a una propuesta auténtica y cargada de riesgo y libertad que emana de un escenario vacío, sin elementos superfluos o insustanciales que distraigan o empañen lo importante que es esa deconstrucción y ese encuentro de ellas con ellas mismas y su esencia artística al servicio de una ficción valiente.

Una iluminación sencilla y eficaz; un espacio sonoro bien planteado, una dramaturgia experimental y tres telúricas, azoradas, y a la vez desnudas artistas nos comparten sus miedos y fantasmas para hablarnos de recuerdos, dudas, deseos, angustias y temores que se pasean y anidan o se alejan en pos de construir una identidad o de hacer eclosionar aquello que se esconde bajo su mirada. Mirada de emoción, fuerza, contención y temple.

La energía y el ritmo de ambas actrices hacen posible este vuelo por distintos paisajes gracias al dominio de una técnica impecable, sólida e integral en la que cuerpo, gesto, voz, pensamiento y presencia dan clara muestra de que en el teatro no hacen falta ni artificios, ni egocentrismos ni arengas políticas, ni profundidades filosóficas o intelectuales. Sino un sentido y equilibrio claros entre la personalidad creadora y pura sin vanas pretensiones, y un conocimiento profundo y depurado de lo que es el teatro. Con autenticidad, veracidad y conocimiento del oficio es posible acometer cualquier ficción bajo el manto de todo tipo de estilos y géneros.

Prácticamente todos y cada uno de los elementos que componen este collage escénico han coadyuvado al disfrute de una pieza inclasificable y atrevida en la que exorcizarse a uno mismo pareciese fácil.

Aunque estas tres brujas se creen santas, no lo son. Han puesto en el caldero toda su sabiduría.

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