El teatro de Salvador Távora en peligro de salir a subasta
Pilar y Concha Távora junto a Lilyane Drillon, preparan la constitución de una fundación en Sevilla que preserve y difunda la obra del director teatral
El 8 de febrero de 2019 Sevilla perdió a uno de sus hijos más ilustres, y Predilecto: el dramaturgo y director teatral, Salvador Távora, que fallecía a los 88 años después de dedicar toda su vida a la escena.
Aquel niño que nació en el Cerro donde anidaban águilas, que se crió oyendo cantar al Bizco Amate , se hizo torero e incluso salió por la puerta del Príncipe de la Real Maestranza, nunca podría haber imaginado que se convertiría en el inventor del teatro andaluz, creador de la mítica compañía «La Cuadra»,
En el año 2006 Távora veía colmadas sus ilusiones cuando se embarcó en la construcción de un teatro en el mismo lugar donde él había trabajado de joven, las naves de la fábrica de Hytasa , un espacio que abrió sus puertas en marzo de 2007.
Pero el proyecto no salió como esperaba el dramaturgo. «Además de las dolencias que tenía, Salvador murió de pena porque nunca esperaba que las cosas salieran así», dice Lilyane Drillon , estrecha colaboradora de Távora durante 48 años.
«Lo del teatro fue un engaño. Las cosas como son. Le prometieron a Salvador un dinero para construirlo. Nos dieron 400.00 euros cuando costó 1.200.000 euros y para pagarlo tuvimos que hipotecar propiedades, y además, el Ayuntamiento también le prometió una subvención de 100.000 euros al año que nunca llegó. Ni un céntimo. Pero no hubo contrato, era una promesa verbal y confiamos en esa palabra», dice Lilyane Drillon.
Programación y futuro
Desde 2014 y actualmente, el teatro tiene una programación semanal y está gestionado por una cooperativa de la que forma parte una de las hijas de dramaturgo, Concha Távora , también actriz y profesora de la Escuela de Artre Dramático. «No queremos que la gente piense que el teatro no funciona, porque no es así. Tenemos programación de teatro, danza, flamenco..., y el público asiste a las funciones. Eso sí, estamos funcionando a pulmón », afirma Concha.
La situación del teatro es actualmente muy delicada , según confirma Concha Távora, miembro de la cooperativa que lo gestiona y programa. El teatro entró en concurso de acreedores en 2013, y para pagar las deudas se vendieron dos naves, la última, frente al teatro, se perdió el pasado verano. Actualmente, la cooperativa paga un alquiler a la administración concursal. «Tenemos un alquiler con opción a compra que termina en junio y si no podemos comprarlo, lo perderemos».
El teatro se mantiene por las entradas e incluso con las aportaciones puntuales de los propios cooperativistas. «No tenemos ayudas. Tan sólo nos concedió el Ayuntamiento 10.000 euros de ayudas a salas en 2019, pero aún no se han cobrado », dice Concha Távora.
«Dos compañeros y yo decidimos en 2014 constituirnos en cooperativa para poder seguir con el propósito de presentar espectáculos en el teatro y realizar una labor cultural y social, y presentamos al juez un plan de viabilidad solicitando el alquiler del teatro a la Administración Concursal, algo que fue aceptando, formalizándose un contrato de alquiler con opción a compra. El contrato finaliza en Junio de este año y si queremos mantenerlo, lo tenemos que comprar».
Esta cooperativa, Távora Teatro Abierto, forma parte de Coop57, cooperativa de servicios financieros, éticos y solidarios. «Coop57 está dispuesta a concedernos el préstamo que le hemos solicitado pero para ello una condición indispensable es que estemos avalados por múltiples personas físicas o jurídicas, y esto es lo que ahora mismo hemos iniciado con el objeto de poder adquirir el teatro y no perderlo».
De no poder adquirirlo, al igual que ha ocurrido con la última nave, el teatro saldría a subasta, algo que quieren evitar a toda costa.
Una fundación
En 2014 la Cuadra dejó de existir y desde ese año la mayor parte de la escenografía y el vestuario de la compañía está custodiado en el Centro de investigación y recursos de las artes escénicas de Andalucía , «como vimos que la Cuadra iba a desaparecer, cedimos a este centro la documentación, críticas, fotos, cartelería, etc. No se tiraba nada. Tienen todos los decorados salvo el de “Carmen” que seguía en gira», dice Lilyane Drillon.
El proyecto más inmediato de Pilar y Concha Távora , además de Lilyane Drillon, es la constitución de una fundación que recoja el legado del director teatral. «Pilar tenía el deseo de constituir una fundación o una asociación, y finalmente será una fundación. Fuimos a ver alcalde y se lo dijimos, y él nos dijo que le entregáramos la propuesta de fundación, que el ayuntamiento tenía locales sin uso y que nos podría dejar un local». Lylianne Drillon ya no vive en Sevilla . Cada vez más está en Nancy su ciudad, «trabajé con Salvador 48 años, y no me siento capaz de trabajar con otras personas. Sevilla para mí es Salvador, y si no está, no es igual».
Pilar Távora, hija del dramaturgo, dice que este año ha sido «muy raro. Yo todavía veo una noticia y digo, voy a llamar a mi padre, y…, no puedo. Está siendo muy difícil». Para la cineasta, Sevilla merece poder acceder a la documentación, vídeos, escenografía, a ese legado importante para la historia del teatro. «Por eso creemos necesaria la creación de esta fundación»
Con los estatutos en el proceso final de redacción, Pilar Távora piensa que la fundación, si todo va bien y «si se supera la burocracia y solucionamos la financiación privada con patrocinadores, podría estar funcionando en el año 202 1. Queremos también que la parte que se cedió y que está guardada por la Junta de Andalucía pueda estar en exposición permanente en esa fundación y que la gente pueda verla, acceder para hacer sus tesis doctorales, etc. Nos gustaría inaugurar este espacio en el segundo aniversario de su muerte».
Autora del documental, «Salvador Távora, la excepción» , asegura que su padre no tiene sucesor, «es irrepetible. Lo que ha dejado son dos hijas que van a preservar su legado, eso sí, ahí está su teatro, pero sucesor, no, un personaje como él no puede tener sucesor», afirma.