Sevilla

Muere en Sevilla Salvador Távora, la ética de una vida en el teatro

La capilla ardiente se abrirá a las nueve de la mañana del sábado en la sala capitular baja del Ayuntamiento de Sevilla, donde recibirá un homenaje a las once

La vida de Salvador Távora, en imágenes

Muere el dramaturgo Salvador Távora en Sevilla a los 88 años de edad

Távora, dirigiendo a los actores en el espectáculo «Flamenco para Traviata» ABC

Marta Carrasco

Salvador Távora ha muerto y con él el teatro español pierde a uno de sus referentes y más genuinos creadores de un lenguaje propio.

[Ver también: Muere el dramaturgo sevillano Salvador Távora ]

Távora no era un hombre corriente aunque había nacido predestinado para ello, pero se rebeló, algo que hizo toda su vida con voluntad férrea.

Nació en la calle Miguel del Cid , aunque muy pronto su familia se fue al Cerro, cuando en ese lugar aún había águilas y parecía que estaba lejos de Sevilla con el Tamarguillo como frontera. Sus primeros recuerdos, siempre vivos en el imagino infantil, era ver la Sopera, ese coche fúnebre que recogía a los desgraciados del barrio, y al que cantaba el Bizco Amate , a quien Salvador escuchaba con veneración. «Yo tengo del Bizco Amate un dramático recuerdo, cuando lo sacaron muerto debajo del puente del arroyo donde vivía», relataba.

Su vida comenzó con dudas. Dudaba de su nacimiento. Nació un 3 de abril de 1930, «pero me inscribieron tarde, había que ir hasta Sevilla» y así consta en el Registro otra fecha: 30 de septiembre de 1937. «Mi casa era de una pobreza blanca y limpia», recordaba siempre, y evocaba los puros que su bisabuela, cigarrera en la Fábrica de Tabacos , solía fumar.

Entró como aprendiz de tornero en la fábrica de Hytasa , donde un buen hombre intuyó sus inquietudes y a los 14 años le enseñó a leer y a escribir.

Fue cantaor y torero , sus dos pasiones. Debutó en las Ventas y llegó a salir por la Puerta del Príncipe de la Maestranza . Pero un 21 de agosto de 1960, un toro mata al rejoneador Salvador Guardiola , en cuya cuadrilla estaba Salvador. A él le toca matar al toro, Farruco, sin saber aún que el rejoneador había fallecido. Távora tras este episodio, abandona el toreo.

«Quejío» Juan Flores

Y a partir de ese episodio surge el Salvador para el teatro. La historia ya está contada. A partir de una llamada de José Monleón para incorporar el flamenco en la obra Oratorio de Teatro Lebrijano , a Távora se le abre un mundo nuevo, alejado de ese teatro comercial que no le interesaba. Desde el escenario en el año 1971 Távora se propone desafiar toda la concepción burguesa del teatro, enfrentándose a la historia literaria del teatro en general y del andaluz en particular.

Y surgió La Cuadra , una compañía que comienza con un espectáculo hoy mítico, «Quejío» , obra donde según Távora, «olía a Andalucía». En escena, Salvador Távora, Pepe Suero , Joaquín Amaya , José Domínguez y Angelines Jiménez . El estreno en el TEI en Madrid el 15 de febrero de 1971 y después en el Festival de Nancy, donde adquiere resonancia internacional.

En este encuentro internacional sucede otro personal y artístico, para toda la vida: Lilyane Drillon . Profesora de literatura, políglota se convirtió pronto en una colaboradora codo con codo de Salvador Távora hasta hoy día. Su vida de más de treinta años junto a la Cuadra y Távora, ha estado dedicada al teatro, «Salvador y yo no nos podemos disociar de la Cuadra. Pero eso sí, La Cuadra es Salvador Távora», sentencia Lilyane Drillon.

El camino estaba iniciado. Salvador Távora comprendía que en su teatro debían estar sus vivencias, las de la fábrica, las del toreo, la del flamenco y las reivindicaciones sociales propias de los tiempos que le habían tocado vivir.

Tras «Quejío», obra de la que hacen 748 representaciones, en 1975 «Los Palos» , y después «Herramientas» y «Andalucía amarga» , que se estrena en Sevilla en la antigua iglesia de San Hermengildo en Sevilla en 1979 tras su premiére en el festival de Kaaitheter de Bruselas.

En el año 1982 la Bienal de Flamenco de Sevilla acoge otro sonoro estreno, «Nanas de Espinas» a partir de un encuentro con Federico García Lorca, y en 1985 Távora vuelve su mirada hacia el ruedo con «Piel de toro» .

Un reto más se planta ante la mirada teatral de Salvador. Miguel Narros le pide montar una obra clásica, y surgen «Las Bacantes» , inspirada en un texto de Eurípides y estrenada en el Teatro Español de Madrid en 1987 nada menos que con la bailaora Manuela Vargas como protagonista.

Los noventa... y «Carmen»

Tras «Alhucema» , que se estrenó en 1988 en el Festival de Teatro de Mérida, Távora se impone una adaptación que hacía tiempo perseguía, la de «Crónica de una muerte anunciada» de García Márquez en 1990, y tras éste otro personaje mítico en «Picasso andaluz o la muerte del Minotauro» .

Las diferentes culturas de los pueblos eran para Salvador siempre un recurrente en sus obras, y en 1994 crea «Identidades», un poema plástico y musical y de solidaridad entre los pueblos: Cataluña y Andalucía.

Y llega 1996 con una de las obras míticas de Távora: «Carmen, ópera andaluza de cornetas y tambores» . Estrenada en la Bienal de Flamenco de Sevilla en la Maestranza, Salvador consigue con esta obra lo nunca visto, salir por dos veces por la Puerta del Príncipe del coso maestrante, una como torero y otra como dramaturgo.

Un fragmento de «Carmen» ABC

Távora quiere reivindicar con esta obra un mito andaluz deformado en recuerdo a su bisabuela y tantas otras mujeres. Introduce la lidia de un toro, una banda de Semana Santa y todos los elementos de su teatro, junto al flamenco. La obra además, fue protagonista de un hecho teatral singular. Estaban en Nueva York para debutar en Broadway el 11 de septiembre, y el atentado de las Torres Gemelas trunca el estreno. Al día siguiente del trágico episodio, el único teatro que abrió sus puertas fue el que acogía la obra de Távora, en una función que hicieron con las puertas abiertas y con una enorme repercusión. El espíritu rebelde de Salvador, una vez más. De esta obra se han realizado ya más de 740 representaciones y aún está en cartel.

«Don Juan en los ruedos», «Imágenes andaluzas para el Carmina Burana» y «Yerma mater» conforman el universo tavoriano al que se unen obras de investigación sobre el caballo y el toro como «Los toros en 1830», «Villalón, ganadero, ganadero y poeta» y «Mayorales» un montaje que se estrenó en 2004 en el Palacio de Exposiciones de Sevilla.

Teatro Távora

Y su teatro. En el año 2007 la Cuadra adquiere una nave en la zona de Hytasa para convertirla en el Teatro Távora . Allí con no pocas vicisitudes y problemas económicos, inician una aventura teatral estable que dura hasta nuestros días, en la que la programación del teatro, de 240 localidades , se ha consolidado como una de las ofertas culturales de Sevilla alejada del centro de la ciudad, ofreciendo teatro, flamenco y otras actividades, y ocupándose de atender a colectivos más desfavorecidos. Además, desde hace ya un mes, se ha repuesto la mítica obra «Carmen, ópera andaluza de cornetas y tambores», como oferta estable de la temporada.

Salvador Távora ha saludado por última vez y ha dejado como herencia una forma de entender el teatro desde la ética y la estética, desde Andalucía y para el mundo. Ha muerto un genio del teatro que vivía en aquel Cerro donde un día anidaban las águilas.

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