Sevilla
Kukai Dantza lleva el ritual de la danza vasca al Festival de Itálica
La obra del coreógrafo Sharon Fridman recibió en 2019 el Premio Max por esta coreografía
«Erritu» significa rito en vasco, algo que la compañía Kukai Dantza lleva en el ADN, un elenco surgido de la mano de Jon Maya , un dantzari que quiso incorporar la potencia y tradición de la danza vasca a la creación contemporánea. De esta forma en 2001 nació Kukai Dantza.
Hoy y mañana la compañía trae al Festival de Danza de Itálica, al teatro romano de Santiponce, una de sus más iconicas obras, «Erritu», una idea original de Jon Maya que coreográficamente realizó el creador israelí, Sharon Fridman .
La obra habitualmente se realiza con un coro en directo, que por las restricciones por el Covid-19 no se puede llevar a cabo. «Cuando llegó esto nos metimos a trabajar e hicimos algunas modificaciones, y a nivel coreográfico tiene la misma potencia, además hemos hecho un gran trabajo con la voz».
La coreografía es de Sharon Fridman y la idea de Jon Maya. «La arquitectura del proyecto sí es mía. Cuando planteamos el proyecto, dentro de la trayectoria de Kukai, habíamos trabajado diferentes ámbitos, pero no habiamos profundizado en la danza y la música ritual. La danza tradicional está muy vinculada a los rituales . Sharon optó por esta forma de llegar a las esencias por medio de la repetición y a partir de ahí se desarrolla un viaje desde lo individual a lo colectivo».
La conexión entre Sharon Fridman y Jon Maya se produjo en 2018 y el coreógrafo israelí recibió el Premio Max en 2019 por esta obra. «Hubo una temporada que Sharon y yo nos íbamos viendo por diferentes programaciones. Yo pensé que el movimiento de Sharon inspirado en la técnica ‘contact’ se complementaba muy bien con la técnica tan vertical de Kukai» .
Es la primera vez que la compañía actúa en un gran escenario en Sevilla, aunque sí han estado un par de veces en los escenarios del Mes de la Danza.
Kukai Dantza, que recibió el Premio Max por otra obra «Oskara », nació en el año 2001 de la mano de Jon Maya basándose en el folklore vasco. «Cuando fundé la compañía tenía una intuición de lo que sería el futuro, pero nunca imaginé el camino que hemos realizado hasta ahora. El objetivo principal al crear Kukai era realizar una creación contemporánea a partir de la danza donde yo me había formado, la danza tradicional vasca. Me parecía que esa danza tenía el potencial para encontrarse con otro tipo de disciplina, y por otro lado, llevándolo a otro contexto podría coger un significado diferente y elevar su repercusión».
Dice Jon Maya que «me parece que renovar es una palabra demasiado grande, y la danza tradicional es un hilo que viene de muchos años. En diferentes momentos históricos ha habido esa corriente de recoger la tradición, estilizarla y ponerla en escena».
Al principio de los Kukai, reconoce, debían explicar qué es lo que hacían, «nos preguntaban si fuera del País Vasco se entendería. Yo ponía como ejemplo el flamenco, una danza de raíz, muy libre , y creo que las expresiones de raíz son universales. Ahora ya los programadores saben lo que hacemos».
Nunca se ha planteado vivir fuera del País Vasco para difundir el trabajo de su compañía. «Lo que nosotros hacemos tiene sentido si se hace en ese contexto social y cultural. Para nuestro trabajo es importante ese arraigo».
Los Kukai han tenido encuentros puntuales con el flamenco, en concreto, con Israel Galván, Eva Yerbabuena y Carmen Cortés, y ahora con Andrés Marín . «Con Andrés vamos a hacer una muestra de nuestro encuentro. Esto es algo que enriquece y somos permeables. Soy de la opinión que la raíz vasca y la raíz flamenca son muy profundas, que han perdurado en el tiempo porque tienen gran carga de profundidad y conviven perfectamente. Tienen elementos en común y no están en un museo porque están vivas. La tradición lo seguirá siendo mientra sea contemporánea, si se deja en un museo dejará de serlo», asegura.