Crítica de Danza

Los Jackson Five en la tierra de Adriano

La compañía A.I.M. presenta en en el Festival de Danza de Itálica sus últimas obras

La compañía A.I.M. danza norteamericana en el teatro romano a ritmo de los Jackson Five ABC

Marta Carrasco

Cuando nos sentamos en las cáveas romanas del teatro de Itálica suena en la megafonía música norteamericana de The Jackson Five y aquellas míticas grabaciones de la mítica Motown Records, aquella discográfica de los 50 del pasado siglo, primera que lanzó al estrellato a los artistas afroamericanos en Estados Unidos.

Con esta presentación, lo que se avecinó no fue extraño. La compañía A.I.M. (Abraham In Motion), fundada por Kyle Abraham , se estrenó en el Festival de Itálica con cuatro piezas componiendo un ecléctico programa que, como los orígenes de su creador, tenía reminiscencias en las danzas urbanas, sobre todo el hip hop, eso sí, ya tamizado por una formación clásica y contemporánea.

Suena una grabación de la radio norteamericana con música de The Jackson Five a la que sigue otra pieza con la voz de Diana Ross , ritmo y energía en escena para esta pieza titulada «Strict Love» , coreografía de Doug Varone by Alex Springer, que se interpreta con gran perfección técnica, extensión de movimientos, recursos inagotables y un gran despliegue en el diseño de luces. Empezaron con gran energía y haciendo que el público, sobre todo de más de cuarenta, recordara aquellas músicas que aún están vivas.

Nada de improvisación

«The quiet dance» cuenta con la maravillosa pieza de Leonard Bernstein, «Some other time» interpretada por el pianista, Bill Evans, el genial músico de jazz cuya obra abarca el cool, el post-bop y la música modal. Esta vez la obra la firma Kyle Abraham que se mira levemente en sus orígenes urbanos para crear sobre todo un movimiento grupal en el que destaca precisamente él en una esquina de la coreografía. Muy hermosa pieza.

Tamisha Guy es la intérprete de «Show pony» , obra con música de Jlin (Jerrylin Patton), quien por cierto actúa este mes en el Sonar de Barcelona, con nombre de reina egipcia, «Hatshepsut». Embutida en un maillot de licra plateado, la bailarina afroamericana moldea su cuerpo al ritmo de la música, sin dejar nada a la improvisación y realizando bellos escorzos.

Y finalmente, «Drive», obra también de Kyle Abraham junto a sus bailarines, con música de Theo Parrish y Mobb Deep de formato más contemporáneo. Los siete bailarines a escena de esa heterogéna compañía que pese al virtuosismo de su composición y danza, estuvo en consonancia con la temperatura de la noche en el teatro romano en la que necesitamos algún que otro chal. Eso sí, un derroche de diseño de luces que puso a prueba la instalación del teatro romano, con éxito. Un poco más de media entrada para una danza muy norteamericana que también es necesario conocer.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación