Crítica de Danza
El grito por el desarraigo del exilio
La Kibbutz Dance Company estrena 'Asylum' en el teatro de la Maestranza

Hasta siete veces tuvieron que salir a escena a saludar los diecisiete bailarines de la Kibbutz Dance Company tras el estreno en Sevilla de la obra 'Asylum', obra del coreógrafo y director de la compañía israelí, Rami Be'er . Un año ... hemos tardado en verlos, pues la compañía, como consecuencia de la pandemia, suspendió su gira internacional el pasado año.
'Asylum' es una obra que quiere transportar al escenario los sentimientos de desarraigo y el sufrimiento del exilio y el drama de los refugiado s. Con estos mimbres Rami Be'er ha creado una obra compacta, llena de momentos sublimes y repleta de detalles coreográficos, con una riqueza de pasos, gestos, formas, escorzos y situaciones que casi se escapan al ojo del espectador, quien a partir de meterse en la obra, se sumerge en una sucesión de escenas que no tienen descanso.
Como es costumbre en esta compañía, la danza es una fisicidad enorme. Ya los pudimos ver en Sevilla, las dos ocasiones dentro de la programación del Festival de Danza de Itálica. Primero en 2001 con la obra 'Al Pi Tehom ' y la segunda vez en el teatro romano de Santiponce con 'It at all'.
'Asylum' quiere transmitirnos algo que está por desgracia en todos los informativos y que tiene que ver con la patria, el exilio, la pertenencia, el desarraigo, la añoranza, el hogar, o mejor, la falta de hogar.
Pero algo ha cambiado en la obra coreográfica de Rami Be'er . Sigue siendo de una exigencia física extraordinaria, pero esta nueva propuesta estrenada en 2019, está ahora dominada por la estética de una danza más sutil, llena de matices que no dejan reposar al bailarín pero tampoco al espectador.
Las escenas, además, se suceden en una compleja formación de dúos, sólos y movimientos corales, donde destaca la calidad técnica y de composición y coordinación de todos los bailarines. A ello se suma una banda sonora que está repleta de diferentes músicas, entre ellas algunos fragmentos en español, entre los que podemos oir esta sentencia: «no hace falta ver el futuro para saber lo que va a pasar» , y también se oyen las voces de niños que cantan 'Uga, Uga', una popular canción infantil israelí que se escucha en hebreo.
Obra de Rami Be'er es también la escenografía, una serie de pasillos en los laterales del escenario por el que entran y salen los bailarines (extraordinarios en carrera hacia atrás sin mirar para colarse en los huecos), y espectacular el diseño de luces, que genera en sí mismo escenas increíbles, de una ductilidad y emoción tremenda.
'Asylum' es una pieza que, como siempre en la obra de Be'er se sumerge en la denuncia social del mundo que le rodea y pone de manifiesto los problemas más inmediatos. Una propuesta llena de sentimientos y de emociones , algo tan necesario en ese futuro que no necesitamos ver para saber cómo va a ser.
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