Bienal de Flamenco de Sevilla 2020
«En la cuerda floja», o la dualidad de Ana Morales
La dirección de escena es compartida por la bailaora y Roberto Oliván, con la música de José Quevedo y Pablo Martín
![Ana Morales en pleno espectáculo](https://s3.abcstatics.com/media/cultura/2020/09/28/s/ana-morales-bienal-kdXE--1248x698@abc.jpg)
El baile de Ana Morales (Barcelona 1982), transcurre por una dualidad casi permanente. Catalana residente en Sevilla, no se puede definir entre bailaora y bailarina, «eso prueba mi constante dualidad», dice la artista.
En el Teatro Central presenta este lunes el estreno absoluto de «En la cuerda floja» un espectáculo del que se llevó a cabo una pequeña muestra dentro del acuerdo de residencia con los teatros del Canal de Madrid donde se produjo parte del proceso de creación, cuya dirección escénica comparte Ana Morales y Roberto Oliván.
La obra cuenta con la música original de los intérpretes que están en escena, a la guitarra, José Quevedo «Bolita», en la percusión, Paquito González y el contrabajo de Pablo Martín Caminero . El cante está, pero no en directo sino en off, con la voz de Sandra Carrasco , «nos gustaba la dualidad del cante digitalizado y ellos acompañando en directo, nos interesaba este concepto».
La obra no cuenta con una dramaturgia explícita , «no hay historia que contar, hemos creado la música y la danza y el espacio escénico, con una reflexión entre dualidades complementarias, hemos trabajado con la dualidad del equilibrio y desequilibrio, la razón y el subconsciente, incluso la dualidad entre colores. En el caos que vivimos ahora quería saber cómo funcionaba el movimiento racional. Quería saber si poder no controlarlo todo, porque normalmente estoy al tanto de cualquier detalle. Ha sido un trabajo de más de un año y medio, muy intenso y además en medio de la pandemia, muy complicado».
![Ana Morales](https://s2.abcstatics.com/media/cultura/2020/09/28/s/morales-ana-bienal-kGkG--510x349@abc.jpg)
Confiesa Ana Morales que se ha abandonado «en el desequilibrio. Este espectáculo es la reflexión del punto de conflicto entre el deseo y la razón, algo que lo que normalmente nos encontramos todos de una u otra forma, en la búsqueda de la utopía del equilibrio».
La bailaora confiesa que en el prólogo es donde se gesta todo el abecedario de pasos que luego sirven para componer el corpus de la obra, «esos movimientos que no son ni flamencos ni contemporáneos son los que luego me sirven para introducirme en los palos flamencos que conforman la banda sonora de esta obra».
El baile de Ana Morales, a partir de ese prólogo, discurrirá por un sinfín de palos, «entonces es cuando empieza de verdad La cuerda floja, con un falso tanguillo a cinco tiempos, luego Sandra que canta una letra por bulerías, y después una soléa por bulería, taranto, tangos, seguiriya y soleá. Flamenco hay y mucho», señala.
Tras sus formación con grandes maestros, fue becada en sus inicios por la Compañía Andaluza de Danza bajo las órdenes de José Antonio , estrenó su primer espectáculo como solista, «De sandalia a tacón», una combinación de flamenco y danza española, en el Festival de Jerez de 2010 y su segunda obra en solitario, «Reciclarte», en la Bienal de Flamenco de 2012. Ha sido solista del Ballet Flamenco de Andalucía de. En 2015 presenta su tercer espectáculo «Los pasos perdidos» en 2015, y en 2017 estrena su cuarto trabajo solista «Una mirada lenta».