CRÍTICA DE DANZA
«Voces», de Sara Baras: bailar con la sonrisa
La bailaora gaditana presenta en Madrid su nuevo trabajo después de más de dos años de gira
El 25 de febrero de 2014, hace exactamente tres años, moría en México Paco de Lucía , sin duda la figura más influyente (junto a Camarón ) del flamenco en las últimas décadas. Para Sara Baras , el guitarrista algecireño suponía, por su estrecha relación personal, mucho más que un maestro. Su ausencia, tan dolorosa que durante muchos meses no fue capaz de escuchar su música, según confesaba en estas mismas páginas, le hizo reflexionar acerca del legado que le transmitieron tanto Paco de Lucía como otros maestros del flamenco que nos han dejado. Y para rendirles homenaje y darles las gracias por su magisterio y sus enseñanzas nació «Voces», el espectáculo que estrenó hace año y medio en París (en el caso de Sara, casi todos sus niños artísticos vienen de París) y que presenta ahora en el Nuevo Teatro Apolo , en Madrid. Además de Paco de Lucía, la artista gaditana recuerda a otras cuatro leyendas de nuestro flamenco: Carmen Amaya, Antonio Gades, Moraíto Chico y Camarón de la Isla .
«Voces» (****)
Dirección y coreografía: Sara Baras. Música: Keko Baldomero. Diseño de luces: Óscar Gómez de los Reyes. Vestuario: Torres-Cosano. Intérpretes: Sara Baras
José Serrano
Sara Baras es una bailarina solar . Siempre lo ha sido. Posee una extraordinaria capacidad de comunicación. Lo dice Camarón en una de las grabaciones de su voz que salpican el espectáculo: «El flamenco no tiene más que una escuela: transmitir o no transmitir ». Y Sara Baras, con su baile, transmite energía, belleza, vitalidad, elegancia... Baila hasta con la sonrisa, argentina y contagiosa, que a cada tanto se ilumina y se mece al son de la música. Su arte luce mucho más cuando brinda alegría, cuando expresa fiesta.
En «Voces», Sara Baras ha dado un significativo paso adelante en su baile. Sigue apabullando con el incesante martilleo de sus tacones, pero ahora lo matiza con colores muy distintos, para convertirlos en un instrumento musical más y no simplemente en un alarde y una exhibición. La bailaora gaditana ha añadido el reposo a su vocabulario, además de reducir los efectismos, y su baile ahora es más gozoso y maduro, sin perder la explosividad y la potencia que siempre lo caracterizaron.
En estos tiempos en los que el baile flamenco trata de romper sus costuras y de ensanchar sus límites buscando la complicidad de otras disciplinas y otros lenguajes (con resultados sobresalientes en algunos casos), Sara Baras apuesta en «Voces» por el clasicismo : números académicos y acompañamiento musical tradicional (guitarra, cante y percusión), tejidos con elegancia y equilibrio, ayudada por una imaginativa iluminación. Nada resultará novedoso para quienes hayan visto trabajos anteriores de la gaditana. ¿Para qué cambiar lo que funciona? -incluida la soleá que interpreta con bravura y templanza José Serrano -, pensará. Y tiene razón. Habrá quien eche de menos, sin embargo, algo más de riesgo en una artista que es uno de los principales mascarones de proa del baile flamenco de nuestros días.