Víctor Ullate cierra en el Teatro Real la celebración del XXX Aniversario de su compañía
Una gala reunirá a artistas como Lucía Lacarra, Joaquín de Luz, Itziar Mendizábal o Polina Semionova
![Dorian Acosta, en la coreografía «Tres»](https://s1.abcstatics.com/media/cultura/2019/05/03/Ullate-kSAI--1248x698@abc.jpg)
Hace treinta años, el panorama de la danza clásica en España era desolador. Uno de nuestros bailarines más internacionales, Víctor Ullate (Zaragoza, 1947), había puesto en pie una década antes el Ballet Nacional de España Clásico y, tras dejarlo cuatro años después creó una escuela de ballet. Fue el germen del Ballet de Víctor Ullate, una compañía que nació en abril de 1988 y que abrió una ventana de juventud y calidad a nuestra danza. Pocos podían imaginar entonces el impulso que supuso para este arte en nuestro país la presencia en los escenarios de este conjunto; primero con la apertura hacia un repertorio neoclásico y la importación de coreógrafos centroeuropeos como Rudi van Dantzig o Hans Van Manem ; después con el alumbramiento de varias generaciones de bailarines sobresalientes, varios de los cuales han triunfado -y lo siguen haciendo- en las mejores compañías internacionales: entre ellos Tamara Rojo, Lucía Lacarra, María Giménez, Rut Miró, Igor Yebra, Ángel Corella, Joaquín de Luz, Carlos López, Víctor Jiménez, Jesús Pastor o Carlos Pinillos. Y, finalmente, con la apuesta por un estilo propio que trenzaba el ballet clásico, la danza contemporánea y el baile español.
Mañana, Víctor Ullate despide en el Teatro Real los festejos del trigésimo aniversario de su compañía, que comenzaron hace un año, un período en el que han cambiado mucho las cosas en el conjunto. Su director artístico desde 1999, Eduardo Lao (exbailarín y mano derecha de Ullate), ha cedido el testigo a Lucía Lacarra , una de las más grandes artistas surgidas de las filas de la compañía.
Una gala titulada « 30 años de danza » sirve para concluir estas celebraciones. En ella se pasa revista al repertorio de la compañía, y se ofrecen fragmentos de distintos espectáculos y coreografías creadas por Ullate, Lao y otros nombres como Antonia Franceschi y Mauro Bigonzetti , además de clásicos como Kenneth MacMillan y Michael Fokine : «El arte de la danza», «Cum dederit», «Liberandum», «Burka», «El sur», «Manon», «Tres», «Passo continuo», «Carmen», «La muerte del cisne», «The crossing», «De Triana a Sevilla», «Samsara», «Love», «Don Quijote» y «Bolero». Además, se ofrecerá un estreno: un paso a dos de «Antígona», el espectáculo que el Ballet Víctor Ullate estrenará en julio en el Festival de Mérida .
En la gala participarán bailarines de la propia compañía -que cuenta con el apoyo de la Comunidad de Madrid, que además de subvencinarla le presta sus instalaciones en el Centro de Danza Canal, sede del Ballet- junto con otros que pasaron por sus filas, además de artistas internacionales: entre ellos, Josué Ullate, Cristian Oliveri, Joaquín de Luz , Katherine Currier, Lucía Lacarra, Itziar Mendizábal , Nahemiah Kish, Dorian Acosta, Martina Giuffrida, Keiko Osihi, Filipa de Castro, Carlos Pinillos, Fernando Carratalá, Marlén Fuerte, Polina Semionova , Iván Zaitcen, Laura Rosillo y Martina Giuffrida. Contarán en el foso con la Orquesta Sinfónica Verum, bajo la dirección de Manuel Coves , y la participación de la mezzosoprano Cristina Faus y el pianista Domenico Cidspoti .
Positivo
«La vida me ha otorgado tanto y soy tan feliz ...», reconocía Víctor Ullate hace unos días, en la presentación de esta gala. El maestro y coreógrafo aragonés añadía que se sentía «muy orgulloso de todo el trabajo de estos treinta años, y puedo decir que el balance es positivo. Han sido años de esfuerzo y entrega, lo he dado todo, he estado al cien por cien ; en este mundo no puede haber relojes»,
«Todo lo he hecho por la danza», repite Víctor Ullate como un estribillo. «Decidí quedarme en España para hacer escuela, cantera y público . He pasado por apuros económicos terribles. No me he beneficiado nunca en este sentido de la compañía; no he vivido ni vivo de ella, sino de la escuela. Para mí la danza nunca ha sido un negocio; es alma, algo que llevas dentro y a la que le he entregado todo sin pedir nada a cambio».
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