¡Viajeros al teatro!
El Gran Teatro Bankia Príncipe Pío abre sus puertas en la antigua Estación del Norte tras más de veinte años y hace realidad un proyecto que nació hace dos décadas
En enero de 1998, el empresario teatral Luis Ramírez -fallecido en 2004 con solo 39 años- declaraba a este periódico: «El proyecto es imparable». Se refería al teatro que pensaba construir en la Estación de Príncipe Pío . Y Luis Ramírez tenía razón, aunque erró en los cálculos. En la misma entrevista, anunciaba: «Están previstos once meses de construcción, y nuestra intención es levantar el telón en el primer trimestre de 1999». Ha hecho falta un poco más -concretamente veintiún años- para que aquel sueño que tuvo Luis Ramírez se haga realidad. Otro Luis, apellidado Álvarez -que comparte con su tocayo un entusiasmo sin límites y un diccionario en el que la palabra obstáculo no aparece-, lo ha hecho realidad. El Gran Teatro Bankia Príncipe Pío echó ayer a andar; se rodará durante unas semanas con el espectáculo «El sentido del humor», con Santiago Segura , José Mota y Florentino Fernández ; y el concierto del holograma de Maria Callas junto a la Orquesta Sinfónica de Bankia.
Antonio Banderas
Será el musical « A Chorus Line », presentado por Antonio Banderas -que actuará en el estreno, el 4 de abril, y en otras funciones todavía sin confirmar- el que sirva para inaugurar este nuevo espacio, que Luis Álvarez quiere que se convierta -y está convencido de que así será- en uno de los iconos de Madrid. Esta temporada se completará con la recuperación del musical « We Will Rock You », sobre las canciones de Queen, que el propio productor montó hace diecisiete años. «Presentaremos una nueva superproducción. Se lo debo a Brian May y Roger Taylor », dice Álvarez.
Junto a Luis Álvarez ha estado desde el primer minuto su amigo Santiago Segura. «Ha sido mi mayor apoyo; incluso el día en que nos entregaron las llaves vino con traje y corbata , a pesar del calor. Es la única vez que le he visto con corbata».
La presencia de Antonio Banderas en la inauguración de este teatro tiene un significado especial; fue el propio actor quien, junto a la SGAE y el mencionado Luis Ramírez, quien en marzo de 2000, hace exactamente veinte años, volvió a poner en marcha un proyecto que se había quedado en vía muerta. Tras otro frenazo, en 2005 la productora Stage Entertainment (entonces Stage Holding) trató de ponerlo de nuevo en marcha; su idea era abrirlo en 2007 pero, una vez más, el proyecto quedó en barbecho. El 31 de julio de 2015, Luis Álvarez recibía las llaves del edificio de manos de la empresa pública Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), su propietaria, y comenzaba su aventura particular. «No estaba seguro de que fuéramos capaces de llevarlo a cabo-confiesa Luis Álvarez-... Es el proyecto más difícil en el que me he embarcado, y si hubiera sabido lo que iba a suponer no me hubiera medido». Lo dice con la boca chica, porque este empresario teatral siempre ha emprendido proyectos de una gran complejidad. «Yo pensaba que íbamos a tardar dos años y que la inversión sería de 6 millones de euros; al final, hemos tardado cinco años y el coste ha sido de 16 millones ».
Intervención
El estudio de arquitectura EOS ha sido el encargado de diseñar y dirigir el proyecto, en el que han intervenido también otras cuatro empresas del sector. «La intervención -explica el equipo de arquitectos-incluía la rehabilitación de todas las fachadas, cubiertas y cúpulas ; un refuerzo estructural para adecuar la estructura existente a los nuevos usos y la construcción interior de las instalaciones del teatro, atendiendo a las necesidades de oscurecimiento y aislamiento acústico necesarios».
El resultado ahora es un espacio que Luis Álvarez define como «un teatro versátil, que va a ser también sala de conciertos, cine e incluso plató de televisión . El teatro, con un escenario de catorce metros de boca, tiene un aforo de 1.181 butacas (situadas en dos niveles); son retráctiles y se retirarán cuando se celebren conciertos, para los que la capacidad del Gran Teatro Bankia Príncipe Pío aumentará hasta 1.960 espectadores . Para este formato, se ha llegado a un acuerdo con el sello Warner Music, que dará nombre a la sala de conciertos.
El edificio, que ha sido adjudicado por un período de cincuenta años y cuya fachada está en la Cuesta de San Vicente, tiene 7.000 metros cuadrados de superficie. Está dividido en tres locales : la Nave Central, que es la que alberga el teatro propiamente dicho, que tiene una superficie de 1.467 metros cuadrados; y dos torres, la de Levante y la de Poniente. En la primera habrá un club privado , se ampliará el bar del teatro y están las salas de ensayo. En la segunda, que según Luis Ávarez posee «unas vistas únicas de la ciudad», está previsto que se instale un restaurante con terraza en la Cúpula . La restauración prevé también una sala de fiestas que se llamará Carola Morena.
«Hemos querido mantener el espíritu de la vieja estación [se han conservado y restaurado elementos originales, como la escalera de la entrada, dos ascensores y una decena de lámparas]; el teatro tiene una atmósfera diferente, no digo si mejor o peor, que otros teatros. Estoy seguro de que se va a convertir en un icono de la ciudad», concluye Luis Álvarez.