Temporada 2017-18
Los teatros catalanes pierden 187.211 espectadores y seis millones de euros por la «inestabilidad política»
Cuando se celebró el referéndum ilegal, la asistencia a las salas cayó un 15% aunque, según Adetca, lograron frenar su caída con un cierre del 7,4% de retroceso
Fueron sólo dos meses, sí, pero bastaron para dinamitar las buenas expectativas y frenar lo que podría haber sido una temporada de remontada y cifras al alza. «Por primera vez desde 2012 habíamos ganado público», recuerda la presidenta de la Asociación de Empresas de Teatro de Cataluña (ADETCA), Bet Orfila, para ilustrar cómo encaraba el sector teatral una temporada que se dio de bruces con las turbulencias políticas vividas en octubre y noviembre en Cataluña. «No contábamos con la inestabilidad política, que provocó bajadas de público de hasta un 15% en octubre y noviembre», subraya Orfila.
Al final, la caída no ha sido tan pronunciada, pero el sector ha cerrado la temporada en negativo y con un retroceso tanto en número de espectadores como de facturación. En concreto, los teatros catalanes perdieron el año pasado 187.211 espectadores y algo más de 6 millones de euros, lo que supone unas caídas del 7.38% y el 9.5%, respecto a las cifras de la anterior temporada.
Según Orfila, en marzo ya se consiguió amortiguar ligeramente el trompazo y pasar de una caída del 15% a una algo más discreta del 10%, pero ni siquiera el tirón de musicales como «Cabaret», «Dirty Dancing» o del cabaret mutante de «The Hole», los tres espectáculos más vistos en Barcelona la pasada temporada, ha logrado maquillar el batacazo final. En concreto, sólo en octubre y noviembre los teatros catalanes perdieron 67.196 espectadores respecto a los mismos meses del año anterior y dejaron de ingresar más de dos millones de euros. Especialmente sangrantes son los datos de recaudación del mes de noviembre, con casi cuatro millones y medio de euros facturados frente a los más de seis millones de la temporada 2016-2017.
De hecho, las cifras de la temporada, con 57 millones de euros facturados y 2,3 millones de espectadores, rompen la racha ascendente y sitúan al sector de nuevo en números cercanos a los de la temporada 2012, en plena crisis económica. Es más: casi todos los indicadores caen y tanto el aforo, con 55.800 butacas menos, como el índice de ocupación, que pasa del 60,15% al 56,46%, cotizan a la baja. Incluso el número de funciones programadas retrocede ligeramente y pasa de 12.020 el año pasado a 11.911 en esta temporada.
Con todo, y pese a los malos augurios que puedan sugerir el tan cacareado «otoño caliente» de política catalana, el sector se muestra confiado en que la nueva temporada que ahora arranca sirva para estabilizar la situación. «Ahora no estamos en crisis -destaca Orfila-. Lo que ha pasado este año responde a otros factores. No sé si recuperaremos todo el público, pero recuperaremos, y esto lo hemos visto en los meses que hemos funcionado con normalidad».
Una de las razones que, según ADETCA, invita al optimismo es que, una vez superada la inestabilidad de octubre y noviembre, diciembre volvió a ser el mejor mes de la temporada, con un total de 306.891 espectadores. Aún así, el sector sigue reclamando la complicidad de las instituciones para acabar de revertir la situación. En concreto, reclama a la Generalitat que concrete su promesa de incrementar el presupuesto para Cultura y confía en que el Plan Integral de Teatro que ha de aprobar la consejería de Cultura aporte respuestas a las necesidades del sector.