CRÍTICA DE DANZA
«Solstice», la hipnótica danza de la tierra
La granadina Blanca Li presenta en los teatros del Canal el nuevo trabajo de su compañía
La preocupación de Blanca Li por el medioambiente y la degración del planeta es el germen de « Solstice », uno de los más fascinantes, deslumbrantes e hipnóticos espectáculos de danza que se han presentado en Madrid últimamente. La creadora granadina (la palabra coreógrafa se le queda corta) ha alcanzado un grado de madurez extraordinario; su desparpajo, imaginación y sentido del humor -características que le hicieron destacar en sus primeros trabajos- siguen intactos en sus espectáculos, pero en ellos hay ahora una admirable exquisitez , un sentido del espacio escénico y un dominio del ritmo que, particularmente en esta pieza, resultan magnéticos.
Agua, aire, tierra, fuego... Los cuatro elementos son la base de «Solstice», una pieza telúrica y absorbente , anclada a la raíz y sostenida además con música de ecos africanos. Las telas de la escenografía recuerdan tanto dunas como nubes, y en ese espacio («entre el cielo y el suelo», cantaba Mecano), Blanca Li cose su coreografía. Hace falta tener la calidad y la entrega de los catorce bailarines-atletas de su compañía, un prodigio de vitalidad y de expresivida, para poder escribir con la exigente caligrafía con que lo hace la granadina. Y hacerlo, además, con una contagiosa fisicidad y un compromiso absoluto . Sería injusto dejar fuera de los elogios al resto de su equipo artístico, porque las proyecciones, el vestuario y la iluminación terminan de perfila un espectáculo potente, hipnótico y extraordinariamente sensual.
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