Sobradamente preparados
Muy pocos títulos han calado con la misma fuerza en los espectadores de distintas generaciones como 'Grease'. Sus canciones forman ya parte del repertorio más popular, y siguen escuchándose y reconociéndose. El musical cumple ahora cincuenta años -se estrenó en Chicago en febrero de 1971-, pero sigue siendo un imán para el público. Lo saben los productores que ahora han puesto en pie un nuevo montaje de la obra; la novedad es que, seguramente por primera vez, los intérpretes tienen la edad de sus personajes -alumnos de instituto-, y no treintañeros como es lo habitual.
El logro de un reparto joven y suficientemente preparado (los jasp que tanto se pusieron de moda hace unos años) tiene su origen en el modo en que Som Produce afrontó la puesta en escena de 'Billy Elliot'; para esta producción se puso en marcha una escuela, que ha tenido su continuación para el montaje de 'Grease'. El resultado es un elenco muy joven que canta, baila y actúa como poco con mucha solvencia, y con absoluta brillantez en la mayoría de los casos. Ver un elenco como el que presenta el musical, con tanto talento joven en el escenario, es sorprendente, y muy satisfactorio si se echa la vista atrás y se piensa que hace no tantos años esto hubiera sido imposible de conseguir (incluso, si nos remontamos a treinta o treinta y cinco años atrás, hubiera sido difícil encontrar un reparto solvente de 'adultos' para este musical).
Sentado el talento y la calidad de los intérpretes, la juventud, que es uno de sus principales activos, es también su principal enemigo -aunque se le puede vencer fácilmente con el paso de las funciones-: el elevado nivel de energía desde el principio del musical, imposible de mantener a lo largo de la obra.
David Serrano firma una versión que apuesta por lo cómico, con personajes cercanos a la caricatura y situaciones bordeando lo paródico. Lo permite la simpleza de la muy naïf -y en ocasiones rodeando lo ridículo-historia de amor, y el envoltorio elegido, una escenografía llena de color, recordando aquel pop art que nacía en EE.UU. en la época en que está situada la historia.
Pero hay que insistir en el talento de los intérpretes, capaces de ofrecer muy altos niveles cuando cantan, cuando bailan o cuando actúan. Destacan, además de Lucía Peman y Quique González -la pareja protagonista-, Isabel Pera, magnífica cantante, Elisa Hipólito y el 'veterano' Víctor Marsán.