El Shakespeare más travieso y un Tirso «inmoral» abren la temporada de la Compañía Nacional de Teatro Clásico
«El vergonzoso en Palacio» y «Sueño de una noche de verano», primeros títulos del curso en la institución de dirige Lluís Homar
El telón de la Compañía Nacional de Teatro Clásico , la institución dirigida por Lluís Homar, se levanta hoy, 29 de septiembre, en su sede madrileña, el Teatro de la Comedia, después de más de seis meses. Lo hará con una de las funciones que debieron confinarse: « El vergonzoso en Palacio », de Tirso de Molina, con dirección de Natalia Menéndez . Y un día después, entrará en escena la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico, que abordará el Shakespeare más travieso: « Sueño de una noche de verano », bajo la dirección de Bárbara Lluch . El estreno de este montaje estaba previsto para el 18 de marzo pasado, una semana cuatro días después de declararse el estado de alarma en nuestro país.
Yolanda Pallín firma la versión de «El vergonzoso en Palacio», una comedia palatina que Tirso de Molina escribió en los primeros años del siglo XVII. El reparto incluye a José Luis Alcobendas, Pablo Béjar, María Besant, César Camino. Javier Carramiñana, Bernabé Fernández, Lara Grube, Fermí Herrero, Juanma Lara, Carlos Lorenzo, Anna Moliner, Alejandro Saá, Raúl Sanz y Nieves Soria.
Natalia Menéndez se refiere a esta obra como «un juego de espejos y todo un desafío provocador e ingenioso ». «Se rinde aquí -explica la directora- un ardiente homenaje al teatro, que nos sumerge en un ambiente entre España y Portugal, donde las diferentes intrigas caminan entre el erotismo y el peligro de las identidades. Nos enredamos en época de carnaval, a la búsqueda del amor elegido y de la bonhomía, en una tensión dramática entre la vergüenza y el narcisismo. Los equívocos se nos brindan entre el campo y el ducado de Aveiro, con una trama política que avanza en paralelo, a través de unos personajes tan singulares que ofrecen maravillosas posibilidades para los actores y para el equipo creativo».
Transgredir las normas
«Este gran autor -añade Natalia Menéndez- nos pone en la cuerda floja y desafía nuestro compromiso escénico ofreciéndonos esta paleta de personajes excéntricos: estas mujeres fuera de lo común por su capacidad de transgredir las normas e ideas de la época; estos hombres sinvergüenzas y vergonzosos que se debaten por ser y por amar. No me extraña que a Tirso le tacharan de inmoral, todavía hoy provoca cierta zozobra. Con él no hay medias tintas, se debe de ir más allá, lanzarse sin tapujos». «Tirso -concluye- nos estampa su libertad en la cara».
Yolanda Pallín confiesa que en su versión ha llevado a cabo «algunas modificaciones muy significativas sobre el texto original». Se refiere a «El vergonzoso en Palacio» como «un prodigio de ingenio y gracia ; una exploración en torno a la identidad personal y social; una fiesta del amor y el deseo con unos personajes femeninos, como suele ocurrir en Tirso, desbordantes de vitalidad».
Pero es precisamente el tratamiento de estos personajes femeninos y su destino en la obra -especialmente el del personaje de Serafina, «una joven inteligente y libre»-, ha motivado los principales cambios en el texto. «Esta vuelta de tuerca, creemos, hubiera satisfecho a un Tirso contemporáneo y está en consonancia con la comedia de enredo aurea», añade Yolanda Pallín, que concluye: «Con todas estas modificaciones pretendemos honrar al gran Tirso de Molina y mostrar respeto a nuestras espectadoras y espectadores, mujeres y hombres contemporáneos que, esperamos, harán así más propio este nuevo diálogo con el pasado».
En la sala Tirso de Molina se presenta el jueves «Sueño de una noche de verano», que interpretan los actores de la quinta promoción de la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico , a los que dirige por vez primera Bárbara Lluch , el último eslabón, por ahora, de una saga teatral (nieta de Nuria Espert e hija de Alicia Moreno). La versión del texto shakesperiano la ha hecho Carolina África y el reparto lo componen Neus Cortés, Mariano Estudillo, Teresa Lozano, Anna Maruny, Alex Pau, Aisa Pérez, Pau Quero, Alba Recondo, Víctor Sainz y José Luis Verguizas.
Carolina África ha situado, explica ella misma, la acción «en un presente real y me he permitido ciertos guiños contemporáneos que harán que el espectador se sienta interpelado de manera más directa», con cuatro máximas: «clarificar y sintetizar, potenciar la acción dramática exponiendo en tiempo presentes conflictos que se desdibujaban o resolvían con narración; una mirada contemporánea y feminista; y libertad en verso».
Enamorada de la obra
Con cuatro años, cuenta Bárbara Lluch, se enamoró de esta obra a través de la adaptación que hizo de ella Lindsay Kemp , titulada «Dream», y que presentó en el teatro María Guerrero. Hasta tomaba clase de danza con la compañía, recuerda.
«Lo que más me conmueve de esta obra -dice la directora- es la humanidad y vulnerabilidad de todos sus personajes. Nada es lo que parece. Ninguno somos lo que aparentamos. Y me emociono, río y sufro al leer los estragos, entuertos y desafíos que Shakespeare hace vivir a sus protagonistas. La fragilidad de nuestras decisiones, la volatilidad de nuestro amor. La falta de control absoluta sobre nuestros destinos, sobre nuestras vidas y a veces sobre nuestros sentimientos».
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