'La señorita doña Margarita', el autoritarismo a través del humor

Petra Martínez y Juan Margallo recuperan un monólogo que ya presentaron hace más de veinte años

Petra Martínez Susana Martín

J. B.

Petra Martínez y Juan Margallo son una de las parejas más singulares de nuestra escena. Los dos pertenecieron a la legendaria compañía Tábano (una de las puntas de lanza del teatro independiente español, tan importante, en los años setenta del siglo pasado), y participaron en su más destacado espectáculo, 'Castañuela 70'. Desde entonces han seguido una trayectoria muy diversa, pero en lo escénico siempre marcada por la calidad y el interés de sus propuestas.

Ahora presentan en la sala Margarita Xirgu 'La señorita doña Margarita ', una obra escrita por el dramaturgo brasileño Roberto Athayde , y que es un monólogo que han interpretado grandes actrices internacionales como Annie Girardot, Estelle Parsons o Anna Proclemer. No es la primera vez que director y actriz abordan este texto. Ya lo montaron en el año 1998. Ahora vuelven al texto con una producción que cuenta con la escenografía y el vestuario de Alessio Meloni y la iluminación de Leticia L. Karamazana.

La obra presenta a una maestra -la señorita Margarita- autoritaria, ecologista, ególatra, violenta, sensible, cariñosa y muchas otras cosas, que trata de iniciarnos en el mundo de los adultos. «Por tanto -explican Margallo y Martínez-, el mundo de la alfabetización informática, el who is who, o reconocer que no somos nada, forma parte del bagaje que Doña Margarita quiere transmitirnos para prepararnos para 'la vida moderna' ».

Director y actriz han escrito a propósito de la obra: «'El buey solo bien se lame', sobre todo cuando está en compañía de otros bueyes. Nos gusta empezar así la presentación de la obra 'La señorita Doña Margarita' porque, aparte de cualquier otra cosa, lo que sí tiene es humor, a pesar de que trata de un tema muy serio: el autoritarismo, que se da a todos los niveles en la sociedad, y lo peor de todo es que casi todo el mundo que puede lo utiliza. Por eso la señorita Doña Margarita es un ejemplo, como maestra, de cómo se ejerce y transmiten los valores caducos desde la más tierna infancia».

La señorita Margarita es la encarnación del poder: del Gobierno, de la Iglesia, de la familia... el poder puro , que no duda en recurrir a la manipulación a sus estudiantes para imponerles su voluntad.

«A través de la historia -dicen Martínez y Margallo- se han ido creando formas de pensamiento que ayudan a controlar el rebaño. Por todas partes aparecen estas formas: en refranes y proverbios; en las relaciones familiares, de amistad y amor; en las relaciones laborales y, sobre todo, en la educación. No hay un resquicio libre para esta pandemia llamada poder , que en todas partes aparece y, a veces, de manera casi invisible pero efectiva».

«La señorita Doña Margarita -concluyen- logrará que cada uno de nosotros no solo se vigile a sí mismo sino a los demás, con lo que habremos conseguido que no haga falta vigilancia especial para los ciudadanos porque ellos se encargan, lamiéndose solos o en compañía de otros. 'Donde menos se espera salta la liebre' y no estamos libres de que la historia no se repita en estos tiempos modernos y volvamos atrás -o mucho más atrás- de lo que podíamos imaginar, porque no es que 'no sean tiempos para la lírica', es que 'no son tiempos, en general, para casi nada'».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación