Con el sello de Josep Maria Flotats
Poner cualquier clásico en manos de Josep Maria Flotats siempre es una garantía. Mucho más si se trata de Molière, que para el actor y director catalán -formado en la Comédie-Française- es casi de la familia (o un «allegado», al que podría visitar estas navidades). «El enfermo imaginario», creado para la Compañía Nacional de Teatro Clásico, es buena prueba de ello. Se trata, vaya por delante, de un magnífico espectáculo, lleno de chispa y de ritmo, muy divertido y entretenido, al tiempo que -marca de la casa también- elegante y cuidado.
Josep Maria Flotats (espero no ser grosero si digo que en enero cumplirá 82 años) es uno de los mayores tesoros que tiene el teatro español. Es el gran renacentista de nuestra escena: magnífico actor, espléndido director y hábil versionador, y así lo demuestra en esta producción. Junto con Mauro Armiño, su colaborador habitual de muchos años, ha contado la historia del hipocondríaco Argán con una limpieza, un equilibrio y una sencillez admirables. Para la puesta en escena ha recurrido simplemente a los mejores: Ezio Frigerio y Franca Squarciapino, que han convertido el escenario en un grabado antiguo con un vestuario dominado por los tonos grises, salvo en la escena final. Mucha, muchísima clase para una historia universal, que se aparece al espectador como un espléndido mueble antiguo tras su restauración.
Además, Josep Maria Flotats posee una rara cualidad: es capaz de dirigir actuando. Y en «El enfermo imaginario» lo hace. No solo llena su interpretación de Argán de verdad (presenta la caricatura con una sutileza excepcional), con incontables recursos, sino que su actitud y su escucha resultan ejemplares y fundamentales no solo para la función, sino especialmente para sus compañeros de reparto, que se lanzan a la pista con esa magnífica red de seguridad. Destaca, por encima de todos (su papel lo facilita) Anabel Alonso, soberbia y divertida en su papel de Tonina, la criada impertinente. Y también hay que subrayar la entidad de actores como Lola Baldrich, Joaquín Notario y Eleazar Ortiz.