Pura delicia
Ana Zamora vuelve a traer a nuestros escenarios a uno de los mayores personajes femeninos de nuestra historia teatral: la figura trágica de Inés de Castro , la joven gallega amante del príncipe Pedro de Portugal que será asesinada por su suegro, el Rey Alfonso VI , y convertida no solo en ese símbolo del amor más allá de la muerte, sino también en el símbolo de todas aquellas víctimas fruto de las intrigas políticas y del crimen por razones de Estado.
Con una imaginación dramatúrgica llena de recursos sorprendentes, Ana Zamora hace de « Nise, la tragedia de Inés de Castro » una obra brillante, un goce continuo. Extraordinaria interpretación, muy adecuada vocalización del verso, vestuario elegante y grave, y una música que es pura delicia. Todo ello aprovechando el marco incomparable de la capilla de La Abadía , donde el toque de campana y el incensario sobre las cabezas de los espectadores nos aproximan a una ceremonia religiosa sobre el amor, la traición, el abuso de poder, la infamia o lo arbitrario de la justicia. Para ello utiliza una escenografía sencilla que potencia el argumento y la plasticidad de cada escena: ese suelo de arena negra y ese río, apenas un rectángulo de agua, que simbolizan la pasión y la muerte. Todo es conmovedor y bellísimo aquí, como el momento del asesinato de Inés tiñendo con el rojo de su sangre la superficie del agua. Como el instante en que se escenifica la muerte de los traidores, de una plástica cercana al retablo medieval. O como la desesperada búsqueda de Pedro del cadáver de su amada Inés, removiendo con sus manos la tierra bajo la que ella yace, para hacerla resucitar como Reina.
Ana Zamora es una de nuestras más sobresalientes directoras de teatro clásico porque sabe combinar rigor y modernidad, o lo que es lo mismo, sabe hacer del rigor y el respeto a los textos el sello de lo contemporáneo. Todo se respeta aquí y el texto se lleva a una dimensión teatral tan emocionante como conmovedora; solo sobre la pronunciación de este castellano de finales del XVI se pueden abrir interrogantes.
«Nise» (anagrama de Inés), fluctúa entre la historia y la leyenda, entre la tragedia y la crítica, y nace de dos obras de Jerónimo Bermúdez (1530-1599 ), « Nise lastimosa » y « Nise laureada », que no han perdido en absoluto ni su actualidad ni su calidad. La reflexión sobre el poder, sobre la naturaleza de la vida, sobre la soledad y la ausencia se unen a este montaje y estas interpretaciones sencillamente admirables. Gran obra, gran espectáculo, un regalo para los amantes del teatro con mayúsculas, de esa tradición dramática española que tanto gusta a Nao d'amores.