Àlex Rigola

«Me propusieron hacer un espectáculo sobre la muerte y nos ha salido un espectáculo sobre la vida»

Àlex Rigola ha creado y dirigido «Un país sin descubrir de cuyos confines no regresa ningún viajero», con el que se abre el Festival de Otoño de Madrid

Pep Cruz y Alba Pujol Teatro de la Abadía
Julio Bravo

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«Un país sin descubrir de cuyos confines no regresa ningún viajero» es el sonoro título del espectáculo que abrió ayer en el Teatro de La Abadía -junto a « La melancolía del turista », en las Naves del Español en Matadero- el XXXVIII Festival de Otoño de Madrid , el primero bajo la batuta del dramaturgo Alberto Conejero . El certamen está, lógicamente, marcado por la pandemia, que ha obligado a reducir notablemente la presencia internacional, que es una de sus señas de identidad desde su nacimiento, hace treinta y seis años. «El festival que yo deseo no es solo de exhibición -explicaba hace unas semanas Conejero a ABC-; ha de ser un punto de encuentro, de reflexión, que se distinga de la programación de un teatro cualquiera. De ahí la importancia de las actividades transversales. Precisamente ahora nos hacen falta esos espacios de pensamiento y de reflexión para compartir la fragilidad que la pandemia no ha hecho más que acrecentar». Y añade en su presentación del certamen: «En estos tiempos tan difíciles, el teatro, la danza, la poesía -en fin, toda la cultura- son esas linternas con las que logramos caminar por la oscuridad. Para descubrir quiénes somos, quiénes tememos ser o quiénes podemos llegar a ser».

Àlex Rigola es el autor y director de «Un país sin descubrir de cuyos confines no regresa ningún viajero». «Me propusieron -cuenta el director catalán- hacer un espectáculo sobre la muerte y nos ha salido un espectáculo sobre el individualismo, el neoliberalismo, la familia, lo inmaterial, la humanidad, lo grupal, el existencialismo, la supervivencia, la amistad, el amor... Nos ha salido un espectáculo sobre la vida. La dramaturga y actriz Alba Pujol mantiene una conversación con su padre, catedrático de Historia Económica, durante su último ciclo de quimioterapia. La pulsión de la muerte nos lleva a la vida. La obra es una adaptación de las transcripciones de estas conversaciones, en las cuales Cioran, Shakespeare, Lacan, Gil de Biedma, los hermanos Cohen, el Dr. Benito, Eugenio y Peter Handke nos acompañan en el viaje».

Alba Pujol y Pep Cruz son los intérpretes de este trabajo, presentado el pasado año en la Sala Beckett de Barcelona , y que cuenta, según sus responsables, con una puesta en escena muy sencilla: «una actriz, un actor, una mesa, un ordenador y una pantalla donde aparecen preguntas».

La obra se estructura a través de la adaptación de las transcripciones de las conversaciones entre padre e hija . «Ciento ochenta páginas de material -sigue Rigola- que, después, se perfilaron, releyeron y recolocaron para generar esta obra en el que la preparación del entierro y el funeral conduce a profundas reflexiones, pero también a una mirada repleta de sentido del humor».

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