«Post»: el confinamiento, a escena
La pandemia -que inspirará a buen seguro a muy distintos creadores en todos los campos artísticos- es el punto de partida de esta pieza escrita por Edu Soto , un actor con un notable componente cómico y que había mostrado sus inquietudes como autor con una obrita estrenada hace cuatro años: «Cuando menos te lo esperes» « Post » -que, precisamente, desarrolla aquel texto- nos presenta a un personaje significativamente llamado como su intérprete -Edu-, que para pasar el confinamiento se refugia junto a su padre en un teatro vacío que suele cuidar éste. Allí nace la idea de crear un espectáculo y, ante la necesidad de encontrar músicos y actores con el que desarrollarlo, la nómica de habitantes del teatro va creciendo. El proceso de creación se une en «Post» a la peripecia de los arquetípicos personajes, dibujados con trazo grueso aunque bien perfilados: desde el payaso augusto que es el protagonista, un eterno perdedor que, sin embargo, no pierde las esperanzas de un «final feliz» para sus historias -su espectáculo y su vida-, hasta el padre cascarrabias pero siempre dispuesto -con velocidad diesel, eso sí- a ayudar a su hijo o la chica de armas tomar y talento superior.
La obra, que el público disfruta con ganas, camina por un camino indefinido e irregular. Se asienta en la imponente personalidad del actor Edu Soto, que flaquea más como autor, y que la convierte a veces en un surtido de retales con canciones -metidas algunas con calzador, como el «Getsemaní» de «Jesucristo Superstar»-, chistes y gags que, finalmente, son los que consiguen elevar la temperatura del espectáculo. Miguel Soto -padre real del autor-, Silvia Álvarez y, especialmente, Antonio Canales -que demuestra como actor una gran personalidad y buenas maneras- destacan en un correcto reparto.