CRÍTICA DE TEATRO

«Perfectos desconocidos»: desvelar nuestras zonas de sombra

La obra del italiano Paolo Genovese se presenta en el teatro Reina Victoria bajo la dirección de Daniel Guzmán

Una escena de «Perfectos desconocidos» Pentacion

Diego Doncel

«Perfectos desconocidos» propone un entretenimiento teatral : un grupo de matrimonios amigos se reúne en casa de uno de ellos para cenar y contemplar un eclipse. Una ocurrencia de Eva, la anfitriona, va a cambiar, sin embargo, el rumbo de la noche: que sean compartidos y escuchados todos los mensajes o llamadas que lleguen a cada uno de los móviles . A partir de ese momento, las hipocresías, las mentiras y las falsedades en las que se sustentan estas vidas van a ser desveladas.

Humor, enredo, convencionalismo, diálogos bien estructurados e ingeniosos van modelando esta obra dirigida por Daniel Guzmán , que no es sino una adaptación de «Perfetti sconosciuti», del italiano Paolo Genovese , llevada al cine entre nosotros en el remake de Álex de la Iglesia . Toda amistad y todo matrimonio es una comedia, parece decirnos, que una vez que caen las máscaras se torna en desolación. Y todo ello porque el juego de Eva tal vez esconde un juego diabólico mayor: lavar su propia conciencia de la traición que está llevando a cabo con su propio marido. Eva arrastra a todos al precipicio de sus actos oscuros, de sus secretos obscenos, de su indignidad y de su traición cotidiana, situaciones previsibles ya desde el principio.

El escenario para ello se ha convertido en un ático con terraza desde el que contemplar la oscuridad astronómica como símbolo de las zonas de sombras que esconden los seres a los que amamos. Porque ¿qué idea tenemos de los seres a los que amamos? Realista hasta en los mínimos detalles, cocinar, comer, beber o ir al baño es expuesto al espectador, como serán expuestas todas estas intimidades, para crear un verismo extremo , una especie de teatrorrealidad o de reality show de este grupo de la clase media y sus relaciones de pareja. En esta sencilla y cotidiana escenografía ideada por Silvia de Marta vamos asistiendo a una serie de situaciones, algunas disparatadas, donde la psicología de cada personaje se muestra cada vez más intranquilizadora. Las interpretaciones que de ellos llevan a cabo cada uno de los actores y actrices, sobre todo Fernando Soto , son una prueba de naturalidad, eficacia y solvencia. Y saben dar dinamismo a estos caracteres a golpe de chistes, WhatsApps o llamadas inoportunas.

De «Perfectos desconocidos» se puede decir que no es un material ingenuo pero del que tanto Genovese como Daniel Guzmán han elegido su lado de comedia, divertimento o vodevil. Arrollan como teatro de consumo y por eso el público hace cola para verla, incluso bajo la lluvia.

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